Invasión de tarulla amenaza la piscicultura en el Embalse de El Guájaro
700 hectáreas afectadas por esta planta acuática.
Luego de culminar una visita técnica por parte de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico CRA, con el fin de establecer las causas de la proliferación de tarulla que estaría afectando los peces en el Embalse del Guájaro, se logró establecer que existe una afectación en 700 hectáreas, causada por esta planta acuática cerca a la población del corregimiento de Aguada de Pablo y que debido a los vientos y las condiciones geomorfológicas favorecen la agrupación de la misma en la zona.
La Bióloga Ayari Rojano, explicó que la planta es una especie altamente eficiente gracias a sus características anatómicas y a los procesos fotosintéticos, capaz de incrementar su biomasa en más del 12% por día, equivalente a una productividad de 100 a 500 grs de peso fresco por m2/día, lo que explica su proliferación en ambientes eutróficos en donde rápidamente puede alcanzar un gran número de Hectáreas.
La Corporación desde el año 2009 viene realizando el monitoreo fisicoquímico, microbiológico e hidrobiológico del embalse, lo que ha permitido contar con información de la calidad de agua del mismo.
De otra parte, para el control de la taruya, se han venido efectuando diferentes métodos como, la remoción manual y mecánica, con participación de la comunidad y el control biológico a través de la utilización de las microalgas para reducción de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo.
Según la experta, los problemas ambientales asociados con la tarulla se agravan en las zonas cálidas donde crece a lo largo del año y se desarrolla rápidamente.
“Esta maleza puede afectar negativamente algunas especies nativas de invertebrados, peces, aves y plantas”, señaló.
Por otro lado, indicó que la rapidez de crecimiento de esta especie restringe los accesos a cuerpos de agua, destruye humedales naturales, elimina otras plantas acuáticas, reduce la infiltración de la luz, cambia los niveles de temperatura, pH y oxígeno, reduce el intercambio de gases en la superficie del agua, además de alterar los hábitats de plantas acuáticas, peces y anfibios nativos.
Desde la CRA, puntualizó, se tiene programado realizar una intervención a través de unas jornadas de limpieza con la comunidad y la adecuación de pasos libres que permitan a los pescadores entrar y salir a sus puertos.