A las incomodidades que han tenido que soportar los usuarios durante los últimos años, por las retrasadas obras de remodelación y ampliación del aeropuerto internacional ‘Ernesto Cortissoz’, ahora se suma otra fastidiante e indignante situación.

En medio de las fuertes y recurrentes lluvias que azotan la Región Caribe y el Atlántico en particular, inexplicablemente y sin justificación alguna, los pasajeros tienen que abordar o descender en medio de la plataforma del aeropuerto internacional ‘Ernesto Cortissoz’ y luego, en medio del agua, tienen que transitar o bien hasta llegar a los aviones o para conectar con las respectivas salidas de la terminal aérea.

El hecho de que continúen ejecutándose las retrasadas obras no justifica, en modo alguno, esta terrible situación que se constituye en otra tortura para los usuarios.

Más bien, esto indica una grave falla de planificación ya que el concesionario, Grupo Aeroportuario del Caribe SAS, debió prever la instalación de un sendero peatonal protegido con carpas para evitar estas molestias a los usuarios, ya sea por el inclemente sol o, como en la actualidad, por las fuertes lluvias.

Otros concesionarios del país, como por ejemplo Opain S.A., sí han tenido en cuenta esta situación para proteger a los usuarios, como sucedió durante las obras en el aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá.

Sin embargo, en el caso del ‘Ernesto Cortissoz’, antes de corregir las situaciones que han venido denunciando los propios usuarios, por el contrario, siguen empeorando.

Todo ello bajo la total complicidad de la Ministra de Transporte, Ángela María Orozco, como rectora del sector, y de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), a cargo de la contratación.

Lo preocupante del caso es que pese a las reiteradas denuncias sobre el tema del ‘Ernesto Cortissoz’, los entes de control siguen sin pronunciarse, mientras los usuarios siguen padeciendo los problemas de una concesión que sigue sin ‘coger vuelo’.