Estas primeras cinco décadas de la Universidad Simón Bolívar han sido fieles al legado de su fundador, José Consuegra Higgins, de seguir aportando a la transformación social de Barranquilla y del resto de la región Caribe.

Así lo destaca quien ha sido el rector en los últimos 31 años, José Eusebio Consuegra Bolívar, quien dice que un ejemplo de lo anterior son los más de 65.000 egresados de la institución, que en su opinión, son 65.000 hogares que lograron mejorar su vida de manera integral.

Pero además, dice que se sienten orgullosos de haberles abierto sus puertas a los jóvenes históricamente excluidos de la oportunidad de la educación superior.

“Ese ha sido un compromiso vital porque los estudiantes de estratos 1 ,2 y 3 son el 93 por ciento de la población total, lo cual nos llena de motivación y orgullo de haber seguido esa misión de nuestros fundadores de ser una universidad incluyente a la que pudieran llegar esos jóvenes a los que la sociedad colombiana les negaba esa oportunidad”, asegura Consuegra Bolívar.

Por eso desde su creación ofrecen créditos educativos directos, con entidades del Estado como Icetex y la banca privada, y que además, un objetivo prioritario es mantener las matrículas con valores accesibles.

Ciencia e investigación

Consuegra Bolívar, médico cirujano y quien además es el presidente la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), también destaca el compromiso su institución en la investigación científica.

“Una universidad no es simplemente una formadora de talento humano, sino que promueve la investigación científica para bien de la sociedad, promover el desarrollo tecnológico y la innovación con el objeto de apalancar y guiar la transformación productiva de la sociedad”, asegura, en entrevista con Zona Cero.

Es así como cuentan con 45 grupos de investigación del más alto nivel otorgado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, 16 de ellos en los niveles A1 y 22 en el nivel A.

Además, 7 centros de investigación como Audacia en los que están vinculados 160 jóvenes científicos que ya tienen Doctorados.

Como parte del compromiso de formación del talento humano de la región ofrecen ocho programas doctorales y 34 maestrías.

“Es importante promover el acceso a la tecnología y la ciencia como una manera, ser un medio transformador de Barranquilla, la región Caribe y del país”, añade.

Cultura de la calidad

Consuegra afirma que para continuar consolidándose y mantener viva la responsabilidad institucional, la meta para los próximos 20 años es seguir consolidando la calidad de la universidad.

“Estamos convencidos que la educación que transforma al ser humano es la educación de calidad, la que tiene la capacidad de impactar al ser humano en ciudadano de bien, cultos, competentes para el ejercicio profesional”, sostiene.

En cumplimiento de los objetivos, dice que es necesario la participación de docentes, estudiantes y directivos que permitan promover al interior de la universidad una cultura de la calidad.

Fruto de ello –asegura- es que hoy seamos la segunda institución de la región Caribe que cuenta con acreditación de alta calidad por ocho años, lo que refleja la confianza del Ministerio de Educación hacia nuestra institución en cuanto a los estándares de calidad y la sostenibilidad de los mismos.

La apuesta también es seguir ampliando los espacios formativos en el área de las ciencias clínicas.

Hace 15 años –continua-  todo médico que se quería especializar, tenía que irse al interior del país o al extranjero. Hoy ofrecemos 11 programas, muchos de ellos fueron pioneros en la región, como el de cirugía plástica, cardiología, nefrología, cuidados intensivos.

A corto plazo trabajan en la creación de un doctorado en ciencias clínicas para profesionales de la salud de la región Caribe, pero la gran meta es tener un clúster de investigación científica en el área de la salud.

Equidad de género

Consuegra asegura que la universidad Simón Bolívar presentó ante el Ministerio de Educación Nacional la propuesta para ofrecer un doctorado en estudios de género, políticas y problemáticas contemporáneas, que sería el primero de su tipo en América Latina.

“Queremos analizar desde una mirada sociológica, sicológica, de las ciencias sociales y humanas poder investigar las causas de esas actitudes y comportamientos”, añade.

Resalta que dentro de su principio de inclusión, la equidad de género es un valor fundamental. De hecho, el 63% de sus estudiantes son mujeres, así como el 54% de sus docentes, el 65% del personal administrativo, el 50,1% de los investigadores y el 80% de sus vicerrectores.

180 convenios de internacionalización

A tono con la globalización, han suscrito 180 convenios con instituciones nacionales y extranjeras que permiten que los estudiantes de la Universidad Simón Bolívar accedan a doble titulación en Chile, España, México y Francia.

También trabajan en el intercambio de investigadores para doctorados y desarrollar estudios con universidades afines.

El rector se emociona al recordar que la mayoría de los estudiantes que viajan de intercambio tramitan por primera vez un pasaporte para viajar al extranjero.

Este –añade- es un esfuerzo loable porque nuestros jóvenes, con limitadas oportunidades, pueden abrirse al mundo y poder desarrollarse en el extranjero.

El legado de Consuegra Higgins

En ese objetivo de incentivar el amor al estudio y al compromiso, las directivas diseñaron un horario para que los jóvenes permanezcan la mayor parte en la universidad.

“Quizás en sus casas no hay libros ni herramientas necesarias o muchas veces, los padres no son profesionales. O lo que es peor, tienen al frente de su casa un picó. De ahí que diseñamos un espacio donde dan ganas de trabajar porque se siente la alegría y la solidaridad”, asegura.

Consuegra Bolívar reitera que el trabajo diario de toda la institución es continuar con el legado de su padre, José Consuegra Higgins, de trabajar para seguir la transformación social en Barranquilla y el resto del Caribe.

Como hace 35 años lo hizo el fundador en su tierra natal, el corregimiento Isabel López, Sabanalarga, cuando abrió el primer colegio de bachillerato que funcionó en zona rural del Atlántico, con tanto éxito, que logró derrotar el analfabetismo, tal como lo acreditó en su momento el Ministerio de Educación Nacional.