Fiscalía e Invima decomisan tonelada y media de medicamentos fraudulentos: 18 capturados
La mercancía que superaría en valor los mil millones de pesos quedó en cadena custodia y será destruida.
La Fiscalía y el Invima, con el apoyo del Ejército Nacional, incautaron más de tonelada y media de medicamentos fraudulentos y deteriorados que pretendían salir al mercado poniendo en riesgo la salud de los colombianos.
Así lo informó el Invima que detalló que el operativo fue realizado en 29 inmuebles en Medellín e Ipiales y durante el mismo fueron capturadas 18 personas.
La Fiscalía General de la Nación les imputará cargos por los delitos de concierto para delinquir, corrupción de medicamentos, ilícita explotación comercial, usurpación de derechos de propiedad intelectual, entre otros.
"Entre los medicamentos encontrados, con un valor estimado de más de mil millones de pesos, había antibióticos, analgésicos, anticonceptivos, diuréticos, antihipertensivos, tratamientos oncológicos, leche para recién nacidos, sueros, dispositivos y medicinas para múltiples enfermedades como neumonía, bronquitis, infecciones oftalmológicas, afecciones en la piel, problemas hormonales, entre otras. Adicionalmente, en las diligencias fueron incautados más de 200 millones de pesos en efectivo que corresponderían a las ganancias ilegales", informó el Invima.
Según explicó el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, "las investigaciones de las autoridades competentes continuarán para detectar a otras personas y funcionarios vinculados a este negocio ilícito, y llegar hasta las zonas en las que fueron comercializadas las medicinas".
Los hechos
Los integrantes de la organización criminal desarticulada vendían las medicinas a droguerías o distribuidores que se encargaban de ponerlas en dispensarios y centros de salud.
Los productos eran obtenidos a través de varias modalidades ilegales así:
De contrabando: Con diferentes productos vencidos, descompuestos y descontinuados en Venezuela y Ecuador. Según la investigación, cruzaban la frontera y eran recibidos por un grupo encargado de embalarlos y camuflarlos en encomiendas que eran transportadas en buses de servicio público hasta Medellín. Otras personas que harían parte de la organización modificaban los empaques, borraban con betún las fechas de expiración, el número de lote de fabricación, los nombres y características del medicamento, para remarcarlos con nueva información que les permitía venderlos como nuevos y auténticos.
Falsificación: Las cajas de los fármacos eran falsificadas y se les daban la apariencia del producto que necesitaban vender. De esta forma, los pacientes recibían una medicina cuyo contenido no correspondía ni generaba el efecto esperado.
Medicamentos de uso exclusivo: La estructura criminal habría contactado empleados de algunas EPS que les facilitaban medicamentos de uso exclusivo de esas entidades de salud, que no podían quedar ni ser administrados por particulares. Esta actuación ilegal representaría una defraudación a los recursos que el Estado provee para la atención de los afiliados, en el entendido que las medicinas eran comercializadas por una organización ilegal.
"De acuerdo con las evidencias obtenidas, la venta de los medicamentos se coordinaba telefónicamente y las entregas se realizaban a domicilio. Los precios eran los mismos del producto original para no generar sospecha entre los compradores", explicó el Invima.