Fanny Granados, a sus 82 años sigue trabajando con calidad
Es un ejemplo de longevidad laboral.
“He aprendido por fin a vivir, prolongadme, ¡oh Dios!, el tiempo”: G. W. Shaw, a los 90 años
Los años saben lo que los días desconocen. En el día de hoy en que, en medio de los azotes de la pandemia Covid-19, se celebra El Día Internacional del Trabajo vale la pena enviar un mensaje a esta sociedad que prioriza y rinde culto a la juventud y todo lo que huela a nuevo, en el sentido de rescatar el incalculable y, a la vez, desaprovechado valor que tienen las personas mayores (de 65 años en adelante) en el mundo actual.
Al argumento de que las personas mayores “quitan mercado laboral a los jóvenes” se le refuta diciendo que muchos de esos veteranos tienen mayor empuje, concentración y verraquera que algunos jóvenes inexpertos y desorientados.
De otro lado nos encontramos con que a nivel familiar y social, además de las mujeres y los niños, los adultos mayores en diversas ocasiones suele considerarse una población vulnerable por lo que llega a excluirse. La lucha por la sobrevivencia ha hecho que surja una metalizada visión comercial de nuestro mundo moderno lo cual conlleva a que ellos se sientan sin oportunidades, desvalorizados y relegados a un segundo plano.
A nivel de protección social es notorio el irrespeto a las canas y a los años , pues esta población tampoco está siendo amparada a satisfacción por los sistemas de seguridad social ya que, en promedio, en nuestros países latinos, tan sólo 4 de cada 10 personas mayores de 70 años, cuentan con ingresos provenientes de alguna jubilación o pensión, los cuales la mayoría de las veces son insuficientes y de ellos sobreviven sus familiares que en no pocas ocasiones ni los determinan ni hablan con ellos y los mantienen en estado de descuido, desaseo, abandono y malnutrición.
A nivel laboral lamentablemente muchos empresarios y administradores públicos consideran equivocadamente que las personas mayores de 60 años son seres inútiles y poco valiosos. No obstante está demostrado que una persona de edad madura además de tener el derecho al trabajo, reúne sobradas condiciones para ser vinculada y destacarse en cualquier campo laboral.
Ventajas de las canas
Lejos de pensar en laboralmente excluírseles y arrumarlos al último cuarto de sus casas ( en donde muchos de ellos terminan enfermando y muriendo) la sociedad debe valorar que estas personas de la edad tardía poseen una serie de cualidades que son de gran utilidad a las organizaciones empresariales.
Apartando ciertas debilidades con que a algunos de ellos son criticados (su ocasional terquedad, cierta lentitud y resistencia al cambio, sus problemas visuales o auditivos, los cambios en su apariencia personal, sus achaques y dolencias, sus anticuadas modas y gustos de otras épocas, etc.) es de reconocerles enormes fortalezas y valores. Además de que su sabiduría les permite ser excelentes consejeros ellos poseen gran madurez de personalidad, serenidad, alto compromiso, confiabilidad, prudencia, concentración, dedicación laboral, honestidad, lealtad, puntualidad, experimentada inteligencia, paciencia, control emocional, etc.
Personajes que se destacan en la edad dorada
Platón decía que la sabia madurez empieza a los 60 años, misma edad en que comienza la juventud de la vejez. Muchos de esos veteranos siguen produciendo a su edad cosas nuevas y maravillosas en todos los campos: en la música, en las ciencias, en las artes, en el periodismo, en los sitios de trabajo, en la familia, etc.
Palpables casos de longevidad productiva han sido Goethe que publicó "Fausto" cuando tenía 80 años y Cervantes escribió la segunda parte del "Quijote" con 68 años. El Premio Nobel portugués José Saramago sacó a la luz su primer libro a los 58 años. Giuseppe Verdi compuso su obra más conocida, 'Otelo', a los 74 años. Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez produjeron maravillosas creaciones literarias después de los 65 años, Charles Darwin a los 50 años estableció su teoría conocida como “El origen de las especies”,
El famoso primer ministro británico Winston Churchill llegó al poder a los 66 años. José Mujica fue presidente de Uruguay a los 75 años. Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, Sor Teresa de Calcuta, así como diversos Papas en el Vaticano han sido destacados líderes mundiales teniendo una avanzada edad.
En el mundo musical la inolvidable guarachera Celia Cruz cantó hasta los 77 años. Máximo Francisco Repilado Muñoz, más conocido como Compay Segundo, creó su famosa banda en edad madura la cual estaba conformada por talentos musicales que tenían entre 67 y 90 años (Ibrahim Ferrer, Rubén González, Omara Portuondo y Pío Leyva). El intérprete español Raphael a sus 78 años sigue realizando exitosos conciertos de más de 2 horas y media de duración alrededor del mundo. A nivel local el aún activo periodista Chelo de Castro a sus 100 abriles se destaca como uno de los hombres de prensa más longevos del mundo.
Fanny Granados, un ejemplo de longevidad laboral en Barranquilla
En Barranquilla un privilegiado ejemplo viviente de cómo un trabajador mayor encaja perfectamente en el medio empresarial lo es el de Fanny Granados, quien a sus 82 años cumplidos es, con lujo de detalles, la actual Secretaria de la Presidencia de Naviera Fluvial Colombiana en su sede de Barranquilla. Fanny es una eficiente asistente administrativa con múltiples capacitaciones en el Sena y con una vida laboral de más de 50 años, constituyéndose en un activo humano muy importante y mano derecha del Presidente de esa compañía Dr. Javier Humberto Muñoz Toffoli.
Para Mónica Fontalvo, Líder de Gestión Humana de Naviera Fluvial, Fanny es un valioso patrimonio para esta empresa que cumple este año un siglo de estar transportando a los colombianos a través del Rio Magdalena. Fanny, por décadas, ha sido la asistente inamovible del cargo más importante de la compañía, y debido a la calidad de su trabajo se sostiene sin pensar en remplazos ni en ser trasladada. Según comenta: ”Fanny en lo laboral es un ejemplo de eficiencia, organización y adaptación a las innovaciones tecnológicas, y en lo personal de lealtad, equilibrio, concentración, buenas relaciones interpersonales, confianza, cumplimiento y disciplina”.
Somos conscientes que hay personas mayores de 60 años que desean jubilarse y descansar en su edad madura luego de desarrollar una dilatada vida laboral. Ellos al dar un paso al costado, les abren mayores posibilidades de trabajo a las nuevas generaciones. Pero existen otros que se sienten con las suficientes fuerzas y destrezas para seguir trabajando. Es por estos últimos por los que hoy Día del Trabajador clamamos para que se les amplíe el espacio laboral para que no sean prematuramente echados a un lado y condenados al ostracismo como seres desechables y de escasa utilidad. Recordemos el adagio que jóvenes somos y ancianos seremos, por lo que ellos quieren seguir siendo útiles a la ciudad y el país que los vio crecer, madurar y dedicar sus mejores años de vida.
Por Roque Herrera Michel
roquehmichel@hotmail.com