“Extorsión, un delito que ‘se salió de madre’”, asegura presidente de Fedegan
Asegura que el camino de la paz se allana "recuperando la seguridad y liberando a los más pobres del yugo de la extorsión".
El presidente ejecutivo de Fedegan, José Félix Lafaurie, presentó una radiografía “alarmante”, como la calificó, acerca de los crecientes casos de extorsión en todo el país, del que dijo, “es un delito que ‘se salió de madre’”.
En un análisis publicado en la revista Contexto Ganadero, al también integrante del equipo negociador del Gobierno Nacional con el ELN, cito varios ejemplos de como el “peaje”, “servicio de seguridad”, o “impuesto revolucionario” en los territorios, es “extorsión pura y dura”.
Mencionó por ejemplo el caso de ciudades como Barranquilla en la que más de 200 locales han sido cerrados por este delito, mientras que en Sincelejo van 300, en su opinión, toda una tragedia social y económica teniendo en cuenta que la capital de Sucre es una ciudad mediana.
Mencionó además la situación en Bogotá en la que en algunos barrios populares, “El tren de Aragua”, una especie de “Clan del Golfo” venezolano, obliga a los comerciantes, so pena de muerte, a vender droga y licor adulterado, y de ñapa les cobra “cuota de seguridad”.
Igual ocurre en el Valle de Aburrá, en donde el “servicio de seguridad” está tasado por ventas, “y nadie se salva, ni los puestos de arepas”, añadió.
Mencionó al coordinador de la iniciativa de Seguridad y Justicia de la universidad Eafit, que en declaraciones a un medio de comunicación reveló que en Medellín, cada año se ponen entre 400 a 500 denuncias, mientras que una encuesta de 2019 arrojó que el número de hogares y negocios extorsionados supera los 150.000.
La extorsión es un delito oculto, por el terror que se desprende de la indefensión. Si la proporción entre denuncia y realidad fuera la misma de Medellín para todo el país, una regla de tres nos llevaría a 1.056.900 extorsionados a abril de 2023. https://t.co/IRWugdHbAJ
— José Félix Lafaurie (@jflafaurie) July 3, 2023
“En Buenaventura les cobran a los lancheros por mover mercancías, y en la vía Santa Marta – Barranquilla es diario el retén amenazante: “o pagas o te daño el carro”, escribió.
En su columna dice además que la extorsión opera, “con macabra especialización”, en los sectores populares, sobre la economía popular que el actual gobierno busca recuperar.
“Recuperar la seguridad primero y liberar a los más pobres del yugo de la extorsión, además de un gran paso en esa dirección, allanaría el camino a la paz total, hoy con el horizonte nublado por una inseguridad insoportable”, añadió, entre otros aspectos.