Una nueva emergencia se registra en el puerto de Barranquilla tras quedar encallado el buque en el sector próximo a la piña del tajamar occidental, sector de Bocas de Ceniza.

Se trata del portacontenedores Marfret Marajo, construido en 2008 y que navega bajo bandera de Francia .

Su capacidad de carga es de 1.691 contenedores y que ingresaba con un calado de 6,8 metros. 

La embarcación tiene una longitud (eslora) de 170 metros y su anchura (manga) es de 27,2 metros.

La motonave quedó varada en el mismo sector donde encalló y se hundió hace varios años el buque ‘Beceña’. En el mismo sitio también encallaron los buques ‘Cala Panamá’ y ‘Nordic Wolverine’.

A través de la Dirección General Marítima se coordinan las investigaciones sobre las causas de este nuevo encallamiento y, además, establecer las labores de rescate.

Lo indignante de este nuevo lunar para el puerto de Barranquilla es que es el reflejo de la falta de planificación por parte del Patrimonio Autónomo Findeter - Cormagdalena, encargado del manejo del dragado en los años más recientes.

Lo que allegados al sector portuario local no entienden es el por qué si la zona de Bocas de Ceniza cuenta con un ancho de 500 metros, apenas los ‘técnicos’ de ambas entidades hayan diseñado un canal para 180 metros y con una curva que pone en grave riesgo las maniobras, generando situaciones como la ocurrida este lunes, con un desconocimiento total del tema.

En otrora, con el ancho natural, el canal navegable estaba perfectamente diseñado para el ingreso y salida simultánea de embarcaciones. Lo que no puede suceder hoy.

Tanto así que la misma draga que adelanta los trabajos de mantenimiento ha tenido serios inconvenientes que ha logrado superar debido a sus condiciones de maniobrabilidad y de capacidad técnica.

Sin embargo, el peligro se mantiene para el resto de maniobras y este seguirá siendo otro gran lunar para el puerto de Barranquilla.

De hecho, ya los registros marítimos internacionales están notificando la grave situación, con lamentables consecuencias.