Desconcertados se encuentran los habitantes de Pendales, en Luruaco, debido a que hace 6 meses fue inaugurada una máquina despulpadora de fruta por parte de la Gobernación del Atlántico y la Agencia Nacional de Tierras, pero hasta la fecha no ha podido funcionar porque el lugar donde fue ubicada no cuenta con luz ni agua para el procesamiento. 

La denuncia la hizo Oswaldo Morales, habitante del corregimiento, en Emisora Atlántico luego que pasado mes de noviembre de 2016 el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa y el director de la Agencia Nacional de Tierras, Miguel Samper Strouss, hicieran la entrega de la planta despulpadora de mango para que los productores de la zona pudieran sacar el mayor provecho a sus cosechas. 

“La comunidad fue asaltada en su buena fe frente al funcionamiento de esta planta que no cuenta con obras complementarias en materia de agua y energía eléctrica”, comentó Oswaldo Morales en ‘Atlántico en Noticias’. 

La máquina solo estuvo en funcionamiento el día de la inauguración cuando fue alquilada una planta eléctrica para su debut, pero el proyecto quedó ahí estancado. A raíz de que la máquina no se ha puesto a trabajar se han perdido más de 600 toneladas de mango. 

“No funciona y nunca ha funcionado, solo hicieron un show ahí porque necesitaban presentar o entregar la obra, pero el proyecto fue mal concebido dese un principio, una obra incompleta porque no solo es la construcción de la parte física, sino que tiene que ir acompañado con otros tipos de proyectos, encadenados, no solo con la producción sino con el mercadeo y eso nunca se ha vislumbrado”, dijo Morales. 

La cosecha de mango acaba de pasar por su momento más cumbre, “la gran mayoría se perdió”. 

Indicó el poblador que “el proyecto fue mal socializado, la gente con el interés de que se hiciera una planta procesadora que ha sido el anhelo de siempre, y ha sido hablado en todas la campañas políticas, la gente estaba con la ansiedad y no se vislumbró la problemática, pero eso no le corresponde  a la comunidad porque la gente no prevé eso, le gente fue asalta, fuimos asaltados en nuestra buena intención”. 

Finalmente indicó que la falta de agua podría solucionarse con un pozo profundo, pero que solo el contratista sabe el alcance de la obra. “Se esperaba que las obras complentarias las iban a terminar, lo de la luz, lo del agua, los estudios para un pozo profundo ya están hechos, pero el contratista es el que sabe en qué etapa va y eso, se pensaba que a estas alturas esto iba a estar completo”, pero no es así y ahora lo habitantes tienen que sortear la existencia de una planta que no puede trabajar, puntualizó Oswaldo Morales.

Para la despulpadora se invirtieron $675 millones por parte del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) y la Agencia Nacional de Tierras. También contó con una contrapartida de la comunidad de $70 millones y la Alcaldía de Luruaco para la adquisición del predio donde se construyó la planta. 

Según  el director de la Agencia Nacional de Tierras, el propósito de este proyecto es triplicar el número de beneficiarios a corto plazo y que se puedan procesar otras frutas que también se producen en la zona como la guanábana, tamarindo, guayaba y naranja.