En 1910 se realizó la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, en donde el tema central fue el sufragio universal para todas las mujeres, y por propuesta de Clara Zetkin, líder del “levantamiento de las 20.000”, se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

En 1977 la Asamblea General de la ONU, proclamó oficialmente el 8 de marzo el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Desde entonces, las mujeres han ganado varios espacios en los ámbitos, sociales, políticos, culturales y económicos, se ha logrado grandes reconocimientos; pero eso no es suficiente. 

Y esta historia es necesaria conocerla, porque este es un día de conmemoración y no de celebración, y lo que se conmemora en esta fecha no es sólo el Día de la Mujer Trabajadora sino también la lucha de las mujeres por sus derechos –civiles, políticos y sociales– y la anhelada igualdad entre hombres y mujeres.

Conmemora a todas aquellas mujeres que se dedicaron, y a las que siguen dedicando su vida a la defensa de sus derechos. Así como también para recordar al mundo que la desigualdad e inequidad de los géneros es un obstáculo para el desarrollo y la democracia.

Por eso, nada mejor que un gran saludo a todas las mujeres que día a día, dan lo mejor de sí para cumplir su papel como mujer, entendiendo que hoy más que nunca, hombres y mujeres tienen que unirse para crear una sociedad mejor e igualitaria. 

Por esto, la conmemoración en el municipio de Baranoa la conmemoración tuvo un hecho significativo.

Allí, en asocio con el Sena, la empresa Porcigrangas, gerenciada por Alfonso González Labrador construye su nuevo proyecto planta de desposte porcina, bajo la premisa que las mujeres son: responsables, capaces, comprometidas, organizadas, y empoderadas. 

Eso lo llevó a diseñar la planta donde su capital humano sea en su totalidad de mujeres.

La planta de desposte porcina contará con un área refrigerada que garantiza la cadena de frío; con personal altamente calificado en los procesos y protocolos de desposte y manipulación de la carne, para entregar un producto inocuo, con mayor vida útil, de excelente calidad.

Todos estos objetivos se lograrán con el acompañamiento y la asesoría del SENA, a través del centro de formación Cedagro y del Centro de Desarrollo Empresarial, quienes se encargarán no solo de formar al capital humano en los saberes necesarios del oficio sino en habilidades blandas. Asimismo, la planta recibirá asesoría en todo el tema empresarial, innovación de productos y modelo de negocio. 

Esta planta de desposte generará 30 empleos directos para mujeres del municipio y los corregimientos en su etapa inicial, y 90 empleos con la capacidad completa y se constituirá en la primera de este tipo y de estos oficios en contratar exclusivamente mujeres. 

Este grupo de mujeres fueron priorizadas teniendo en cuenta su condición de vulnerabilidad, principalmente víctimas de violencia intrafamiliar, madres cabeza de hogar, madres cuidadoras, mujeres rurales y de grupos étnicos y afrodescendientes. 

Esta planta se constituirá en una oportunidad para mejorar la oferta de carne de cerdo en la región, la cual es muy apetecida y cuenta con una demanda insatisfecha.