Lo ocurrido durante esta semana en Barranquilla en Barranquilla, con violentas protestas protagonizadas por jóvenes encapuchados, dedicados al vandalismo, destrucción y saqueos de establecimientos comerciales, se aparta sustancialmente de los verdaderos objetivos del denominado ‘paro nacional’ liderado por organizaciones opositoras al Gobierno.

Por el contrario, muestran una sistemática orientación a la destrucción de los bienes públicos y privados y a generar el “terrorismo urbano” descrito por el Presidente Iván Duque y el Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, en sus más recientes intervenciones públicas.

El foco de las protestas de este miércoles, nuevamente, fue la Plaza de la Paz, después de terminada una marcha pacífica. Allí se registraron enfrentamientos entre manifestantes que otra vez pretendían saquear los establecimientos comerciales, con la Fuerza Pública que acudió para frenar los desmanes y saqueos.

Luego de un receso, los encapuchados se dedicaron a “rearmarse” con sus “elementos de sabotaje” para estas protestas, tal como sucedió de inmediato cuando reiniciaron los disturbios, lanzándole bombas incendiarias al Esmad.

Más tardecito inició la marcha desde la Ciudadela Universitaria por todo el corredor de la 51B, unidos con los estudiantes de batas blancas.

Al llegar esta marcha a la calle 84 con carrera 51B, nuevamente entraron en acción los encapuchados, vandalizando y saqueando la Olímpica del sector.

El recorrido siniestro continuó hasta la calle 82 con Olaya Herrera donde repitieron el modus operandi de vandalizar y saquear la Olímpica ubicada en ese lugar.

En ambos lugares el común denominador fue el hurto de licores; fundamentalmente, además de los electrodomésticos.

Cuando venían bajando pasaron por el Parque de la Electrificadora y rompieron los vidrios del CAI de la Policía.

El recorrido vandálico también atacó en la carrera 43 con calle 73 y carrera 43 con calle 70 donde una EDS fue víctima del saqueo en su punto de ventas de lubricantes y aceite y de otros hurtos.

Siguieron en su recorrido para destruir el almacén Hunter Douglas - Design Center, en el cual robaron computadores y otros elementos de valor.

Avanzaron y en la carrera 43 con calle 76 también hicieron lo propio en Justo & Bueno.

En su incursión siniestra atentaron contra un centro comercial de alta gama ubicado en la calle 79 No. 50-60, saqueando los locales de establecimientos como Le Collezzioni, Carolina Herrera y Purificación García.

Y la tapa fue el saqueo a la peluquería de Kevin Mendoza, quien estaba participando en la protesta y cuyo negocio destruyeron los mismos manifestantes.

Definitivamente, más que un ‘paro nacional’ lo que se observa es vandalismo, saqueo y terrorismo urbano contra la ciudadanía.