La crisis y negligencia del sistema de salud llegó a la sala de urgencias de la EPS Sura, en Barranquilla.

Los pacientes, que llegan con distintos síntomas y enfermedades, requiriendo una atención rápida, terminan siendo examinados por el médico 4 o 5 horas después.

Los que ingresan en la mañana los atienden en la tarde y los que llegan en la noche los atienden en la madrugada del día siguiente.

Las sillas en las salas de espera se convierten en camas y los puestos no dan abasto, por lo que muchos quedan de pie o se sientan en el suelo.

Así quedó evidenciado en la madrugada de este viernes en la entrada de urgencias y los pacientes se encontraban con la noticia de que "tiene 70 turnos adelante".

Lo peor del asunto, es que primero el paciente se tiene que enfrentar a un "deficiente triage", ese desesperante invento de las EPS, en donde una médico o enfermera, determina qué tipo de nivel de urgencias tienes.

Después de eso, si no tienes síntomas delicados o estés al borde de la muerte, no te pasan al médico.

En recepción atiende una persona desde la medianoche hasta la mañana. Solo una enfermera para el triage y en el caso de la madrugada de este viernes, solo tres médicos.

Los niños que llegan llorando y casi desmayándose, deben ser cargados y acostados por sus padres, mientras escuchan su nombre, por parte del médico.

Ese médico te hace otra evaluación y determina qué te puede aplicar para combatir la enfermedad urgente.

Un paciente que llegó a la medianoche fue atendido a las 5 de la mañana, pudo escuchar como llamaron a dos niños, horas después, pero sus padres se los habían llevado, pues la atención demoró más tiempo de lo esperado.

Así ocurre con las personas de la tercera edad. La agonía invade los pensamientos.

Una mujer, de aproximadamente 50 años, llegó intoxicada por una comida mal hecha y cuando la enfermera del triage vio el vómito en el suelo, fue que decidió pasarla con el médico de inmediato.

"Yo traje a mi hijo el martes, con fiebre de 40 grados y hoy (viernes) se le disparó otra vez. Llegué como a la medianoche, son las 2 de la mañana y no me lo han atendido", indicó una madre en esa sala de espera, ubicada en la carrera 49 C, entre calles 79 y 80.

"El martes fue peor. Llegué a las 9 de la mañana y lo atendieron a las 6 de la tarde", agregó con tono de decepción y pendiente que a su hijo no le fuera a dar una convulsión.

La EPS Sura era de las pocas que se salvaban en el rosario de quejas que a diario llegan a Zona Cero. Muchos pacientes de otras EPS se han pasado para acá porque sus servicios eran eficientes, sin embargo, su Sala de Urgencias demuestra otra cosa.

"Si no pagas póliza, no recibes una atención rápida y adecuada", expresó otro usuario.