La fracasada draga china en el puerto de Barranquilla.
La fracasada draga china en el puerto de Barranquilla.
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Dragado en el puerto de Barranquilla iniciará en 2021 con sólo 3 meses por $13.723 millones

Findeter abrió la convocatoria y recibirá $2.043 millones por “administrar los recursos” de Cormagdalena.

Contrario a lo que se pensaba, de garantizar el dragado continuo a lo largo de 2021, y tras el fracaso del Consorcio Shanghai - Ingecon por lo realizado en el año 202, la Financiera de Desarrollo Territorial -Findeter- abrió la nueva convocatoria para contratar los trabajos inicialmente por el término de 3 meses, por valor de 13.723 millones 830 mil 606 pesos, para la remoción de 900 mil metros cúbicos de sedimentos.

En la práctica, esto implicaría que a lo largo del 2021 se tendrían que realizar varios procesos o trámites como prórrogas a quien resulte favorecido con la contratación inicial e, incluso, nuevas y demoradas convocatorias, en medio de la gran incertidumbre del sector portuario local debido a las pésimas condiciones de calado operacional que hoy registra el canal de acceso.

Situación poco entendible porque lo que precisamente reclaman el sector portuario y las autoridades locales es la garantía de un dragado permanente, sin interrupciones atribuibles a procesos de contratación ni mucho menos a excusas injustificadas por parte del contratista.

De acuerdo con los estudios previos que hacen parte del nuevo proceso, la contratación contemplaría los siguientes parámetros del canal navegable, con una profundidad en diseño y un ancho determinado de acuerdo con los sectores que serán intervenidos:

- Dragado de mantenimiento en la etapa de adecuación entre la hipotética boya de mar entre el K-02.8 y K00 hasta una profundidad de 12.19 metros y 316 metros hasta 200 metros de ancho de diseño por debajo de las bajamares vivas de sicigias (las más bajas mareas) en las secciones.

- Dragado de mantenimiento en la etapa de adecuación entre el K00 y K02 hasta una profundidad de 12 metros en un ancho de 200 metros de diseño por debajo las bajamares vivas de sicigias (las más bajas mareas) en las secciones.

- Dragado de mantenimiento en la etapa de adecuación entre el K02 y K21+750 hasta una profundidad de 11.40 metros con un ancho de 150 metros de diseño por debajo las bajamares vivas de sicigias (las más bajas mareas) en las secciones.

Plazo inicial y presupuesto estimado.

Al mismo tiempo se establece que, “teniendo en cuenta la necesidad a satisfacer a través del presente proceso contractual, se considera que el equipo sugerido deberá ser una draga de succión en marcha con capacidad en tolva igual o superior a 9.000 m3 y no mayor a 14.000 m3, con una profundidad neta o real de trabajo de mayor o igual a 22 metros.” 

Lo anterior, teniendo en cuenta “que se debe garantizar el acondicionamiento y transitabilidad del canal de acceso durante el plazo del contrato, considerando las condiciones sedimentológicas del río, el periodo de ejecución contractual y el gasto eficiente de los recursos públicos y garantizando la debida prestación del servicio dentro de los parámetros de profundidad en diseño y ancho determinado requeridos”. 

No obstante, en el evento de que el contratista utilice una draga de mayor capacidad al mínimo sugerido, será por cuenta y riesgo del mismo asumir los menores o mayores rendimientos en la ejecución del contrato, de conformidad con el plan de dragado aprobado.

Aunque parezcan un saludo a la bandera nuevamente se incluyen las cláusulas de “conocimiento del sitio del proyecto”, con lo cual el contratista no tendría ninguna excusa para suspender el dragado por condiciones adversas que se presenten en desarrollo de los trabajos.

“Será responsabilidad del proponente conocer las condiciones del sitio de ejecución del proyecto y actividades a ejecutar, para ello el proponente podrá hacer uso de los programas informáticos y las herramientas tecnológicas disponibles. En consecuencia, correrá por cuenta y riesgo de los proponentes, inspeccionar y examinar los lugares donde se proyecta realizar los trabajos, actividades, obras, los sitios aledaños y su entorno e informarse acerca de la naturaleza del Rio Magdalena en la zona, la forma, características, accesibilidad del sitio, así como la facilidad de suministro de materiales e insumos generales. De igual forma, la ubicación geográfica del sitio del proyecto, historial de comportamiento meteorológico de la zona y demás factores que pueden incidir en la correcta ejecución del proyecto”, indica la cláusula.

Y agrega: “Con la presentación de la propuesta, el proponente declara que conoce de manera integral todas las condiciones del sitio de ejecución del proyecto, las actividades a ejecutar y las circunstancias legales, técnicas, ambientales, económicas y sociales para el desarrollo del proyecto, en especial aquellas que puedan afectar la ejecución de las actividades y/o del proyecto e influir en el cálculo del valor de la propuesta. Por lo tanto, el desconocimiento de estos aspectos no servirá de excusa válida para posteriores reclamaciones”.

Lo increíble estas cláusulas es que con los recientes contratistas no se aplicaron y gran parte del tiempo los equipos estuvieron paralizados con la excusa de las condiciones adversas, lo cual, según lo establecido en los contratos, estaba plenamente advertido que no podía servir de justificación para suspender los trabajo, con graves resultados para el canal de acceso que no logró el calado operacional de 10,20 metros que se tenía previsto, con la complacencia de Cormagdalena, como rectora del río; Findeter en calidad de contratante y administradora de los recursos y del interventor del proyecto.

Bajo este panorama, el interrogante que surge es: ¿Seguirá el ‘cuento chino’ en el puerto de Barranquilla?