Como un claro saboteo a las intenciones del Rector, Carlos Prasca, de sacar adelante el proceso de acreditación de los diferentes programas, calificó el representante del sector productivo ante el Consejo Superior de la Universidad del Atlántico, César Lorduy Maldonado, la insultante actitud asumida en la sesión de hoy por los representantes de los docentes, Roberto Figueroa, y de los estudiantes, Jonathan Camargo, con sus respectivos suplentes.

En concepto de Lorduy, desde el inicio de la sesión, Figueroa y Camargo mostraron una actitud hostil frente a los demás miembros del Consejo.

“Desde el inicio solicitaron, ellos y sus suplentes, que sacaran a todas las personas que no tenían nada que ver con el Consejo, comenzando por los asesores del Rector y del Gobernador. Esto generó una discusión puesto que ellos no afectaban el desarrollo de la reunión, ya que ellos no tienen voz ni voto. En ese caso también habría que sacar a los suplentes de ellos (Figueroa y Camargo) porque entonces sumaban cuatro”, expresó Lorduy Maldonado.

Enseguida, agregó, “entorpecieron todo, con cualquier pretexto para no aprobar el orden del día. Con discusiones para no dejar hablar a las otras personas, ni a la Viceministra, ni a nadie. Y con esas dificultades duramos casi una hora para aprobar el orden del día”.

Superada esta situación, el siguiente punto correspondía al informe del Rector, Carlos Prasca, sobre la gestión para avanzar en el proceso de acreditación.

“Cuando apenas llevaba escasos dos minutos, nuevamente se opusieron (Figueroa y Camargo) a que continuara, argumentando que se trataba de una ‘política mermeladera’ y de concertación de la Ministra de Educación, para que el Rector surgiera como el ‘Rey Midas’ y que por lo tanto la acreditación no debía ser aprobada a favor de la Universidad”, precisó.

Cuando los demás miembros del Consejo les pidieron que dejaran avanzar la intervención del Rector, “entonces alzaron la voz. No querían que se avanzara, irrespetando al Rector, al Consejo e invitándome a un debate”.

Ante la incómoda situación e insultante actitud, el Gobernador Eduardo Verano De la Rosa decidió suspender la sesión del Consejo Superior.

Pero los insultos continuaron después de levantada la sesión. “Ellos confunden la decencia con la debilidad. Pero la decencia también hay que hacerla respetar. Todo el mundo en el plan de trabajo a favor de la Universidad, para llegar a semejante arbitrariedad de pedir que el Ministerio no apruebe la acreditación. No dejan avanzar al Rector en su propósito”, cuestionó.

“Es el colmo de la arbitrariedad, del irrespeto. Me manifesté fuertemente cuando estaban irrespetando y no dejaban hablar a nadie, lo cual resulta intolerable. Es increíble el nivel de saboteo al que han llegado”, puntualizó.