Por Amylkar Acosta

Considero un acierto la designación de Carlos Diago Abello como agente interventor por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos. Tiene el perfil, la experiencia y la experticia requeridos para su buen desempeño. 

El principal reto que tiene Carlos Diago, como agente interventor, es garantizar la prestación del servicio de energía, evitando la limitación de suministro, que era inminente y los “periodos de continuidad” con los subsiguientes cortes del fluido eléctrico con los que venía amenazando Air-e. 

Para superarlo con éxito el agente interventor debe contar con todo el apoyo de la Superintendencia de servicios públicos, empezando por la cancelación de la deuda que tiene el Gobierno Nacional con la empresa por concepto de los subsidios a los estratos 1, 2 y 3, así como la concreción del crédito puente de FINDETER para fondear la empresa y darle liquidez, mientras se tramita y aprueba por parte del Congreso el reconocimiento por parte de la Nación “como deuda pública los saldos adeudados por los usuarios de los estratos 1, 2 y 3…como consecuencia de la aplicación de la opción tarifaria”, contemplado en el artículo 14 del controvertido proyecto de ley de financiamiento. 

Es fundamental asegurarse que la empresa minimice su exposición en Bolsa, para no estar expuesta ella y exponiendo a los usuarios a la volatilidad de sus precios, ya que en circunstancias como las actuales la cotización del KWH se eleva desmesuradamente. Por ejemplo: el 1 de julio se cotizó a $121.79, el 1 de agosto $426.21 y más recientemente el 12 de septiembre a $797.17. Privilegiar los contratos bilaterales con los generadores, en los cuales el precio promedia en este momento es de $300 el KWH!

Asegurada la prestación del servicio se impone un plan de choque para la normalización de redes en los barrios subnormales. Para ello, he venido proponiendo echar mano de los recursos del Fondo Único de soluciones energéticas (FONENERGIA), en el cual se fusionaron por ministerio de la Ley 2099 de 2021 en uno solo los fondos FAER, PRONE, FOES y FAZNI. 

Mi propuesta consiste en un ejercicio de ingeniería financiera, mediante el cual se hace un cálculo de los ingresos que se esperan recibir en los próximos 5 años en el FONENERGIA, una vez establecida dicha suma se procedería a su titularización y con los recursos obtenidos de la banca por la vía de su titularización, con ellos constituir un capital autónomo cuyos recursos tendrían como destinación específica su inversión en el programa de normalización y modernización de redes. 

Este programa de normalización de redes, que contribuirá a mejorar la calidad de la prestación del servicio, iría de la mano, parí pasu, de una gestión de cartera amigable con los usuarios y con el apoyo de las autoridades territoriales para el cobro de la energía facturada.