Equipo investigador del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
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Descubren en la orina proteínas que avisan de rechazo de riñón trasplantado

En la investigación se incluyeron pacientes trasplantados.

Varias proteínas en la orina avisan de la causa de disfunción del riñón en pacientes trasplantados y alertan de si esta se debe a un rechazo del nuevo órgano o a una infección por el virus BK, según investigadores del español Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

La investigación, además de permitir adaptar el tratamiento de forma precoz, también abre la puerta a desarrollar una prueba no invasiva, un sencillo y barato test de orina, para conocer el motivo de la disfunción del riñón.

El trabajo ha seguido a 30 pacientes, de los que se han analizado muestras de orina para descubrir proteínas con las que se puede diagnosticar si el problema del órgano lo ha provocado un rechazo celular o una infección vírica por virus BK.

Los pacientes receptores de un trasplante renal requieren tratamiento inmunosupresor para evitar el rechazo del órgano, teniendo en cuenta que uno de cada cuatro trasplantes de riñón fallan al cabo de cinco años.

Una medicación insuficiente puede provocar que el rechazo del órgano por parte del sistema inmune del paciente, pero un exceso puede debilitar las defensas del cuerpo y abrir la puerta a una infección por virus BK, que se adquiere en la edad infantil y queda latente en el cuerpo.

Actualmente, para diagnosticar qué provoca la disfunción del injerto es necesario hacer una biopsia renal, un procedimiento que conlleva un cierto riesgo, como complicaciones hemorrágicas.

Los investigadores se centraron en diseñar un método no invasivo para distinguir si la disfunción del riñón la provoca el rechazo del cuerpo del paciente o si el responsable es la infección por el virus BK.

El experto en enfermedades infecciones del Hospital Vall d'Hebron Ibai Los-Arcos indicó que la "primera intención es ayudar a diferenciar los enfermos que tengan rechazo agudo de los afectos de nefropatía por virus BK con un método no invasivo, mediante la detección de determinadas proteínas en la orina, dado que el tratamiento para ambos casos es totalmente opuesto".

Durante el estudio, los investigadores han analizado muestras de orina de 30 pacientes: a 10 les habían diagnosticado rechazo del órgano trasplantado y a otros 10 con nefropatía por virus BK.

También se incluyeron 10 trasplantados renales sin disfunción del injerto como grupo de control.

De las alrededor de 2.000 proteínas humanas detectadas, 10 diferenciaban los pacientes con nefropatía por virus BK de los que sufrían rechazo y del grupo de control. 

EFE

 

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