Mucho se ha criticado sobre el verdadero objetivo y la misión que cumplen las Juntas Administradoras Locales (JAL).

Desde la creación de dicha figura en las cinco Localidades de Barranquilla, las críticas son frecuentes, por el poco o nulo resultado de las JAL, incluyendo a los Alcaldes Locales.

La Ley dispone un mínimo y un máximo de integrantes de las JAL. En el caso de Barranquilla son 15 por cada Localidad, para un total de 75 ediles, cuyo período es de 4 años.

Por derecho propio, en Barranquilla las JAL tienen dispuestos cuatro períodos de sesiones al año. Esto contempla un total de 35 sesiones por cada uno de los períodos.

De acuerdo con la Ley, también podrán reunirse de manera extraordinaria por convocatoria que haga el respectivo Alcalde Local. En este evento sesionarán por el término que señale el Alcalde y únicamente se ocuparán de los asuntos que él mismo someta a su consideración.

Los 75 Ediles de Barranquilla cuentan con una remuneración por cada sesión a la que concurran, las cuales tienen un valor unitario de 722 mil 400 pesos.

Esto significa que por cada período de sesiones reciben una remuneración de 25 millones 284 mil pesos, para un total de 101 millones 136 mil pesos al año.

En otros términos, los 75 Ediles de Barranquilla representan un gasto anual de 7.585 millones 200 mil pesos.

Sin embargo, ha marcado tendencia, a lo largo de los años, la poca gestión desde las JAL, salvo algunas excepciones de Ediles que, por ejemplo, en medio de la actual pandemia por el Covid-19, se han mostrado muy activos coordinando ayudas para apoyar a las familias vulnerables.

En contraste a ello, tal parece que para muchos de ellos existe más el interés de la remuneración que el resultado de gestión. Llegando incluso a tratar de descalificar las estrategias emprendidas por la Administración Distrital para frenar la propagación del Covid-19, lo cual sí muestra grandes resultados ante el país en general.

A nivel nacional también se viene cuestionando la figura de las JAL por las mismas circunstancias que ocurren en Barranquilla.