Voluntarios de la Cruz Roja.
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Cruz Roja

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Cruz Roja recolectó más de 4 mil mangles en el Atlántico

La actividad de recolección se desarrolló en la Ciénaga de Mallorquín a través del proyecto Resiliencia Ante Inundaciones en un trabajo articulado con Z Zurich Foundation y la CRA.

En el marco del proyecto Resiliencia Ante Inundaciones ejecutado por la Cruz Roja Colombiana Seccional Atlántico en asocio con Z Zurich Foundation, se llevó a cabo una jornada de recolección de más de cuatro mil semillas de especies de mangles en la Ciénaga de Mallorquín.

Lo anterior, tuvo como fin iniciar el proceso de funcionamiento del vivero agroforestal en el terreno La Concepción, en el barrio Las Flores, para brindar reparación y protección a través de la conservación, restauración y gestión sostenible de los ecosistemas de manglares de la ciénaga.

Personal de Cruz Roja.

Para lograr estos resultados, se ha realizado un proceso de articulación con la Corporación Autónoma Regional (CRA), la fundación y un equipo de 27 voluntarios de la institución, para la siembra de semillas de especies de mangles y su posterior replante de las plántulas en las áreas del ecosistema manglar.

Como un ejercicio “retador y satisfactorio” describió Natalia Muñoz, coordinadora nacional del proyecto, la actividad realizada destacando que es una aproximación a la labor que diariamente los pescadores y líderes comunitarios de La Playa realizan para preservar este ecosistema.

“Ha sido un gusto ser parte de este proyecto que le apuesta a una estrategia de resiliencia comunitaria en la que trabajamos para proteger los ecosistemas como es el de mangle y hacer soluciones basadas en la naturaleza para la gestión del riesgo ante inundaciones”, sostuvo.

Por su parte, Diego Miguel Hernández, director de RSE Zurich Colombia Seguros, expresó que “es una experiencia maravillosa que nos ha movilizado a darnos cuenta de la realidad que tenemos en nuestro entorno y como a través de nuestras acciones podemos llegar a generar un impacto que trascienda en beneficio de toda la comunidad, fortaleciendo así, sus capacidades de resiliencia”.

Trabajo articulado

La comunidad de los sectores Villa del Mar y La Playita, en el corregimiento La Playa, ha jugado un papel fundamental para el desarrollo del proyecto ya que gracias a su disposición y conocimiento podemos generar un impacto positivo y trasformador en ellas, así como mayor capacidad de reacción ante escenarios de emergencias por inundaciones.

Euclides Carpio, líder comunitario, explicó que el ejercicio de recolectar y sembrar semillas permite que el ecosistema de la ciénaga se mantenga equilibrado dado a las características que tiene como la producción de oxígeno.

“Una plántula puede producir oxígeno para 60 personas aproximadamente, cristaliza el agua, controla la erosión, es un rompevientos y sirve para proteger a la comunidad que vive alrededor de la ciénaga”, sostuvo Carpio, quien se dedica a este oficio desde hace más de 40 años.

A su turno, la voluntaria Valeria Gutiérrez, manifestó que esta actividad fue una oportunidad para continuar su proceso de formación, donde tuvo la oportunidad de aprender sobre la medición y parámetros del agua.

“Pude ver las diferentes especies de mangle que tenemos, identificar el estado del agua, su salinidad y características. Además, era mi primera vez usando botas de goma en un ecosistema fangoso, lo que hizo más divertido el proceso”, indicó.

Trabajo de campo.

Finalmente, es importante destacar que, con este proyecto, que también tiene alcance en Antioquia y Cundinamarca, se ha logrado impactar positivamente a más de 12 mil personas en el Atlántico con capacitaciones, insumos y equipos tales como sistemas de alarma comunitaria y kits de respuesta ante inundaciones.

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