Las obras del aeropuerto Ernesto Cortissoz siguen generando molestia a los usuarios que llegan o se van de Barranquilla.

La remodelación avanza a pasos de tortugas y lleva años así, pese a los anuncios que hacen con bombos y platillos cada mes.

Lo cierto es que las incomodidades persisten y los que sufren son los usuarios, que tienen permanecer en las salas de espera con abanicos.

Ciudades más pequeñas tienen un mejor aeropuerto que Barranquilla, catalogada como la sede de grandes eventos.

De hecho, ya viene el Carnaval de Barranquilla y la remodelación no ha sido completada en un 100 por ciento. 

Las obras en Barranquilla parecen durar más que en otras zonas del país y la Agencia Nacional de Infraestructura, el Ministerio de Transporte y los mismos directivos del aeropuerto, salen a darse 'chapa' de una obra demorada.

Según la ANI, el compromiso del Gobierno es entregar las obras en los primeros meses del 2020,  "listo para prestar operación integral, con servicios de calidad para los visitantes del BID y de la capital del Atlántico".

La inversión en la terminal aérea alcanza los  $345.543 millones de pesos, que incluyen un área de 15.000 m2 de terminal completamente remodelado; además, 5.425 m2 ampliados y adecuados en la zona internacional, con un nuevo terminal de carga de 6.200 m2 y una nueva fachada completamente renovada, entre otras obras. Su acta de inicio data desde mayo de 2015, es decir este año completan 5 años los trabajos.

La pregunta es si ¿estará lista para la Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)? 

O seguiremos pasando pena a nivel internacional, pues ese evento que se celebrará en el mes de marzo es de esa categoría. Ingresarán a la ciudad más de 7 mil personas y todavía no tenemos un aeropuerto a la altura, teniendo a una barranquillera, Ángela María  Orozco, como Ministra de Transporte.