Colombianos dominan 18 países con el negocio del ‘gota a gota’, revela estudio de Connectas
La actividad comenzó hace 30 años en Medellín, durante el apogeo del narcotráfico.
Grupos colombianos, muchos de los cuales por sus métodos rayan en la delincuencia, dominan en Centro y Suramérica los préstamos de usura denominados ‘gota a gota’ o ‘cobradiario’.
Estas redes de prestamistas ilegales se encuentran operando en 18 países del continente, de acuerdo con la organización sin ánimo de lucro Connectas.
Este mismo organismo preparó un minucioso informe en el que da a conocer que el origen de esta práctica se dio en Medellín, hace por lo menos 30 años, durante el apogeo del narcotráfico pues muchas veces servían para operaciones de lavado de activos.
“En la primera década de este milenio, el ‘gota a gota’ se extendía por toda Colombia a través de redes con asiento en ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cali y el Eje Cafetero. Las mismas desde donde han operado poderosos carteles de la droga”, señala la investigación de Connectas.
Posteriormente en la primera década de los 2000, Ecuador se convirtió en el primer país que recibió este fenómeno en 2008.
Los grupos colombianos siguieron extendiéndose, y coparon con estos créditos mercados y zonas marginales de Perú, donde llegaron en 2009.
La práctica alcanzó un mayor auge en 2010, cuando las redes de estos prestamistas empezaron a hacer presencia en Chile, y a mediados de ese mismo año, otro grupo de colombianos ingresó como artesanos y fabricantes de muebles por la provincia de Salta, hacia toda Argentina.
En ese mismo año se tuvo conocimiento de una comunidad grande de colombianos que empezaba a radicarse en la provincia de Santa Cruz, en el sur de Bolivia, y que se movía hacia Tarija y Cochabamba facilitando préstamos a pequeños comerciantes que no podían acceder a un crédito formal.
Una de sus grandes conquistas se dio en 2011, cuando los ‘gota a gota’ o ‘cobradiarios’ se tomaron algunos de los estados de la periferia de Brasil, y de allí a los grandes centros metropolitanos como Sao Paulo y Río de Janeiro.
En el caso de Suramérica, Uruguay fue el último país en el que aterrizó este fenómeno, a comienzos de 2017, con algunas condenas por homicidio relacionados con la práctica del ‘gota a gota’ en ese país.
Otro de sus grandes ascensos ocurrió para 2015 con la llegada a México, donde se asociaron con bandas de ese país a las que vincularon al negocio.
De allí les fue fácil extenderse por todo Centroamérica y ocupar los comercios y zonas marginales de Honduras y Guatemala, donde trabajan también en alianza con las maras salvadoreñas.
A inicios de 2019 Panamá reportó el primer caso de capturas de colombianos por ‘gota a gota’, aunque en 2015 hubo una serie de muertes relacionadas con esta actividad ilícita en la capital, Ciudad de Panamá.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, en el extranjero hay 537 colombianos condenados por delitos relacionados con este fenómeno, de los cuales 478 son hombres y 59 son mujeres.