Un joven es detenido por miembros de la policía durante un acto celebrado por el pastor puertorriqueño Jorge Raschke en la Plaza de la Revolución en Managua.
Un joven es detenido por miembros de la policía durante un acto celebrado por el pastor puertorriqueño Jorge Raschke en la Plaza de la Revolución en Managua.
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EFE

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Colombia pide a Gobierno de Nicaragua y Alianza Cívica detener la violencia

Cancilelría reiiteró su preocupación por la crisis que atraviesa el país centroamericano.

Colombia hizo hoy un llamado al Gobierno nicaragüense y a la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos del país centroamericano, a dialogar para detener "el derramamiento de sangre de la población" por la crisis política.

"Colombia hace un llamado a la reanudación urgente del diálogo entre el Gobierno y la Alianza Cívica (...) como única forma idónea para detener el derramamiento de sangre de la población, la violación de los derechos humanos y para evitar el escalamiento a una mayor confrontación", detalló la Cancillería en un comunicado.

Nicaragua enfrenta hace casi dos meses una crisis en la que la policía ha disparado con fusiles AK-47 en varios barrios de Managua, donde la población ha levantado barricadas en protesta contra el Gobierno de Daniel Ortega, en hechos que dejan por el momento 146 muertos.

En ese sentido, el Gobierno colombiano reiteró su preocupación por la crisis, que comenzó el pasado 18 de abril, y que ha dejado además un "millar de heridos en hechos que han sido recogidos y documentados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)".

Según la Cancillería colombiana, esos documentos "serán presentados ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).

"Lamentamos la pérdida de tantas vidas y expresamos nuestro sentimiento de solidaridad con las familias de las víctimas", agregó la información.

Las protestas contra Ortega comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.

EFE

 

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