En Puerto Colombia, se desarrolla un proyecto que está destinado a convertirse en el epicentro de mejores condiciones y calidad de vida para miles de familias: Ciudad Mallorquín. Este desarrollo no solo está aportando soluciones de vivienda asequible en un contexto de déficit cuantitativo que en el departamento supera las 30 mil viviendas, sino que está transformando el paisaje con una oferta integral de infraestructura, espacio público, comercio y servicios complementarios que la convierten en una verdadera “Ciudad dentro de la ciudad”.

Precisamente este concepto es una tendencia creciente en el desarrollo de grandes centros urbanos modernos alrededor del mundo, buscando crear comunidades autosuficientes dentro de grandes ciudades, donde los habitantes puedan acceder a vivienda, trabajo, servicios y espacios recreativos sin necesidad de desplazarse largas distancias, ahorrando dinero, tiempo y emisiones de CO2. Proyectos como Hudson Yards en Nueva York, Canary Wharf en Londres, Songdo en Corea del Sur y Puerto Madero en Buenos Aires son ejemplos destacados de “Ciudad dentro de la ciudad”, y fueron diseñados para ofrecer una alta calidad de vida, integrando medio ambiente, tecnología y un enfoque en la conectividad y eficiencia urbana.

Ciudad Mallorquín fue concebido bajo el mismo concepto, pero además como un proyecto de inclusión social, teniendo en cuenta que de las 16.000 viviendas que albergará, el 90% corresponde a Vivienda de Interés Social, con lo cual esta comunidad promete ser un referente de transformación urbana en Colombia y América Latina. A la fecha, más de 9.300 familias ya han adquirido o reservado su nuevo hogar, atraídas por la combinación de acceso a servicios con la creación de un entorno armónico y funcional.

Una de las principales fortalezas del proyecto es su infraestructura complementaria con servicios cercanos para todos los habitantes. En Ciudad Mallorquín se construye un nuevo centro comercial que albergará a reconocidas marcas, además se erige un supermercado y una sede de servicios de Combarranquilla, una de las cajas de compensación más importantes del Atlántico. Estas facilidades aseguran que los residentes tendrán acceso a todo lo necesario sin tener que recorrer largas distancias. 

Además de la oferta comercial, se contemplan inversiones importantes para fortalecer la vida comunitaria. En Ciudad Mallorquín ya funciona la parroquia La Divina Providencia y en unos meses se iniciará la construcción de un nuevo colegio muy cerca al proyecto, que atenderá a la población infantil de la zona. En el futuro, se espera la llegada de más servicios complementarios que seguirán fortaleciendo la oferta para los residentes y que fortalecerán su vocación como una “Ciudad dentro de la ciudad”.

Otro factor que hace de Ciudad Mallorquín un lugar atractivo para vivir y que configura una propuesta pionera y diferenciada de urbanismo para Colombia y América Latina es su disponibilidad y calidad de espacio público. Con más de 130.000 m² dedicados a parques y áreas recreativas, este desarrollo urbano promete ofrecer a sus habitantes uno de los espacios públicos mejor dotados de la región. Esto incluye una oferta variada de actividades deportivas, culturales y de entretenimiento, que fomentan la integración y el bienestar social.

Adicionalmente, se han desarrollado 12 kilómetros de nuevas vías y 7,5 kilómetros de ciclorrutas, fomentando alternativas de movilidad sostenible, como caminar o montar bicicleta. Esta conectividad, sumada a la proximidad a servicios básicos y comerciales permiten a las familias reducir su dependencia de vehículos privados, contribuyendo a la descongestión y mejorando la calidad del aire.

Finalmente, este proyecto está ubicado estratégicamente cerca de importantes polos de desarrollo, ofreciéndole a sus residentes la posibilidad de vivir en un área bien conectada con las principales zonas laborales y comerciales de Barranquilla y Puerto Colombia. Con su enfoque hacia la sostenibilidad, el proyecto ha minimizado su impacto ambiental y promovido soluciones basadas en la naturaleza, como la siembra de mangles y la creación de viveros comunitarios que ayudarán a restaurar los ecosistemas locales.

Ciudad Mallorquín no es solo un proyecto de viviendas; es un nuevo modelo de ciudad en el Atlántico que integra desarrollo económico, inclusión social y sostenibilidad ambiental. Con cada nueva familia que se muda y con cada nuevo comercio que abre sus puertas, Ciudad Mallorquín sigue consolidándose como una oportunidad única para mejorar la calidad de vida de miles de familias en el Atlántico​.

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