La ONG Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), vinculada a la Compañía de Jesús, mostró este miércoles su preocupación por el aumento de las bandas herederas del paramilitarismo en Colombia, que fueron las que más violaciones de derechos humanos cometieron en 2016 en el país.

Según los datos del Cinep, esas bandas cometieron 550 violaciones de derechos humanos, lo que incluye 395 casos de amenazas, 83 de asesinatos, 12 de torturas, siete de atentados y nueve de desapariciones.

Ese estudio, que fue presentado en una rueda de prensa, también recoge 548 casos de violaciones de derechos humanos cometidos por la Policía.

La mayoría tienen como autor al Escuadrón Móvil Antidisturbio (Esmad) que, según el director del Banco de datos de DD.HH. y violencia política del Cinep, Javier Giraldo, actúan con "impunidad total".

Por detrás se sitúan el Ejército, con 89 casos, la Armada (21), el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (20), Fiscalía (10), el Cuerpo Técnico de Investigación (6), la fuerza pública (3), el grupo antisecuestros (2) y la Fuerza Aérea (1).

En este sentido, el director del Cinep, Luis Guillermo Guerrero, señaló que el balance que ellos hacen constituye "una mirada entre otras", así como una aproximación a la realidad que vive el país, ya que "la violencia impiden recoger la totalidad de los hechos".

Sin embargo, detalló que la situación les "exige denunciar abiertamente agresiones contra víctimas del conflicto armado que considera que siguen vigentes en Colombia "venga de donde venga".

Asimismo, señaló que en contexto de la implementación del acuerdo de paz, se ha incrementado "la victimización de líderes sociales y defensores de derechos humanos, persecución a líderes políticos y de izquierda".

Sobre Derecho Internacional Humanitario (DIH), los grupos herederos del paramilitarismo también lideran el número de infracciones en 2016 con 494 casos.

Por detrás se sitúa el Ejército con 40 infracciones, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), con 38, las FARC (19) y combatientes no identificados (13).

Las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), se desmovilizaron en el año 2006 tras el acuerdo de Ralito.

Tras ese pacto nacieron diferentes grupos que no son reconocidos como paramilitares por el Gobierno colombiano y que, según la Cinep, son los principales responsables de las amenazas a líderes sociales.

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, denunció este lunes en Ginebra que al menos 41 activistas han sido asesinados en Colombia este año, lo que evidencia un agravamiento de este fenómeno con respecto a los últimos años.

Por su parte, el Gobierno indicó que ha recibido de esa oficina para los Derechos Humanos un reporte que contiene denuncias de 41 homicidios, de los que se ha confirmado que 14 corresponden a defensores de DD.HH. y otros 10 están en proceso de verificación.

Según los datos de la Cinep, entre esos grupos han identificado a varias estructuras como el denominado Clan del Golfo, la mayor banda criminal nacida tras el fin de las AUC y que se hace llamar Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).

Asimismo, reportaron la presencia de Los Rastrojos, Los Botalones, Pablo Acuña, Los W, Los Cuatreros, 9 de Abril, Los Búcaros, Águilas Negras y El Palmar, entre otros.

Ante esto, Alejandro Ángulo, del centro de investigación y educación popular del Cinep, dijo que hay una buena noticia porque "el análisis deja ver una disminución global de amenazas a derechos humanos y DIH".

"Para balancear, tenemos la mala noticia del aumento de casos de persecución dirigidos a líderes sociales y contra defensores de derechos humanos", agregó.

EFE