Alfonso Quinchanegua, uno de los policías que firmó un preacuerdo con la Fiscalía por las interceptaciones ilegales contra Marelbys Meza, exniñera de Laura Sarabia, reveló que la orden de realizar la 'chuzada' "vino de Presidencia".

En las declaraciones reveladas, el patrullero indicó que en la tarde del 2 de febrero del 2023 se reunió en el piso 13 del edificio de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), ubicada en el centro de Bogotá, prácticamente a una cuadra de la Casa de Nariño, mismo lugar en el que Marelbys Meza fue sometida a una prueba de polígrafo.

En dicha reunión estuvieron presentes el teniente coronel de la Policía, Óscar Darío Dávila Torres, coordinador de protección anticipativa de la Presidencia de la República; y el mayor Duván Andrés Muñoz Hernández, quienes le dieron "órdenes precisas".

“Lo que me había manifestado el señor capitán era que íbamos a organizar una ampliación de denuncia de la señora Laura Sarabia, mediante llamada telefónica, porque ahí hacían el enlace, pero una vez en el piso 13 no fue así”, aseguró el uniformado. 

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Según Quinchanegua, el mayor Duván Muñoz, quien le seguía en rango al coronel Óscar Dávila, fue quien les mandó de manera insistente interceptar los números de las empleadas de Sarabia porque "la orden era de Presidencia, o el caso era de Presidencia".

“Lo único que se hizo fue enviarle un cuestionario que yo llevaba listo al correo del señor coronel Dávila. Se le envió ese cuestionario para que, por medio de él, ella contestara ese cuestionario”, expresó.

En ese sentido, de acuerdo con Quinchanegua, Muñoz sería quien habría ordenado elaborar el informe falso para hacer pasar a las empleadas de Laura Sarabia como miembros del 'Clan del Golfo', con el fin de conocer el paradero de la maleta que contenía una importante suma de dinero y que desapareció de su apartamento en enero de 2023.

"En el transcurso, cuando nos fuimos trasladando a la oficina en el carro, yo le manifesté al señor capitán Mujica lo mismo, 'que no interceptáramos esos números', y él insistía en que tocaba interceptarlos. En la oficina, también, cuando se estaba realizando el informe, otra vez le manifesté y me dijo que dejara el miedo', que necesitaba que tramitáramos eso porque si no íbamos a tener consecuencias", mencionó el Policía.

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Finalmente, Quinchanegua aseguró que acató la orden e incluyó el informe falso porque además de ser una orden, también lo tomó como una amenaza debido a que, de no hacerlo, podía ser trasladado a otro departamento o ser retirado de la institución.