Como nunca antes en el país, los padres de familia tendrán la posibilidad de hacer cumplir los Planes de Alimentación Escolar, PAE, en los que las gobernaciones y alcaldías pagan multimillonarios contratos anuales, aunque en la mayoría de los casos los estudiantes no reciben los desayunos, meriendas y almuerzos contratados con fundaciones ligadas a congresistas y grupos políticos que, por años, han feriado esos dineros.

Luego de cerrar los colegios del país por la cuarentena obligatoria por la mortal pandemia del coronavirus Covid-19, el Gobierno Nacional, a sabiendas de que miles de estudiantes necesitan esa alimentación para su desarrollo cognitivo, ordenó, a través de la Resolución 0006 expedida por la recién creada Unidad administrativa especial de alimentación escolar, continuar en casa la alimentación de los alumnos.

Para ello, de manera transitoria, definió tres modalidades entre las que la gobernación o la alcaldía contratante y el operador contratado deben escoger para atender a la población estudiantil:

La primera modalidad es una Ración Industrializada o complemento alimentario listo para consumo, compuesto por alimentos procesados y no procesados como frutas.

La segunda, una Ración para Preparar en Casa, definida como una canasta básica que debe incluir cereales y harinas fortificadas, leche o productos lácteos, un alimento proteico, grasas y azúcares, para la preparación y consumo en el hogar.

Y la tercera modalidad es un Bono Alimentario por $50.000 para el mes, que se puede canjear por determinados alimentos en los puntos establecidos por cada entidad territorial.

¿Qué deben tener en cuenta los padres de familia para hacer cumplir el PAE?

Antes que nada, deben saber que en cada contrato existe una minuta o menú que la fundación contratista debe cumplir. Esta debe entregarles a las familias los productos con los que, en condiciones normales, iba a preparar los alimentos.

La Resolución 0006, firmada por Juan Carlos Martínez Martín, establece que las raciones industrializadas, las raciones para preparar en casa o los bonos alimenticios deben cubrir un mes de alimentación y deben entregarse a cada estudiante beneficiado, sin discriminar que sean niños o niñas, ni las edades.

Es decir, una familia que tenga 3 estudiantes en el PAE debe recibir tres raciones industrializadas o tres raciones para preparar en casa o tres bonos alimenticios para un mes de consumo de cada alumno; además, el operador debe respetar los productos que garanticen el cumplimiento de la minuta contratada.

Por ejemplo, cuando uno lee minutas como la del PAE de Malambo, contratado con la fundación Amira De la Rosa por $3.261 millones, encuentra que a los estudiantes, entre otras variedades alimenticias, les deben dar avena, frutas, galletas, bocadillos, leche saborizada o pan de queso; o proteínas como fricasé de pollo, carne en tirita, carne en bistec, cerdo en goulash, carne en cuadritos, diferentes clases de sopas; arroz blanco, de fideo, de cebolla; papa cocida, tajadas, ensaladas, frijoles guisados, entre otras muchas preparaciones, es decir todo un completo y balanceado menú.

Ayer en Malambo, de acuerdo con la programación que anunciaron la Alcaldía y la Fundación Amira De la Rosa, comenzaron a repartir las Raciones para Preparar en Casa para 9.230 estudiantes. ¿Será que a las familias les están cumpliendo con la minuta contratada? La misma pregunta surge para las nutritivas minutas de los PAE firmados la Gobernación, Barranquilla y los restantes municipios del Atlántico.

Establece la Resolución 0006 que las entidades territoriales pueden convocar a los directivos docentes o a los maestros para en los días de entrega sean garantes de que los alimentos sean efectivamente entregados a los padres o acudientes de los alumnos beneficiados con este programa. También los padres de familia pueden ejercer esa vigilancia.

Por José Granados Fernández

@JoseGranadosF