Con el canto de las alabadoras de Bojayá, vestidas de blanco, fue recibido el presidente Juan Manuel Santos hacia el mediodía de este domingo. 

El mandatario llegó a hasta el municipio para celebrar en una ceremonia religiosa su Premio Nobel de Paz.

La Alta Consejera para los Derechos Humanos de la Presidencia, Paula Gaviria, aseguró que “Bojayá es un pueblo que vivió el rigor de la guerra y hoy es un ejemplo de generosidad, reconciliación y paz para todos los colombianos”.

Por su parte, el padre Antún Ramos Cuesta pidió en la homilía no desanimarnos "en medio de esta gran turbulencia, porque si estamos con Dios, saldremos adelante".

"Necesitamos poner a las víctimas en el centro de cualquier solución", dijo el párroco. "Pedimos a Dios que desarmen tantos corazones que nos quieren ver en violencia de nuevo... Este es el pueblo de la paz y la reconciliación".

"Es grandioso que usted haya apostado por los excluidos para que ahora tengamos esperanza", dijo el sacerdote al presidente Santos.

Ante estas palabras y anunciando que entregará el dinero del Nobel de Paz para la reparación de las víctimas del conflicto, el jefe de Estado dijo que los habitantes de Bojayá "simbolizan lo que ha sido la guerra en Colombia, lo malo pero también lo bueno: como lo vamos a acabar, con fuerza espiritual".