Tal como estaba previsto, el féretro del legendario narrador deportivo Édgar José Perea Arias arribó a primera hora de este miércoles a Barranquilla.

Fue trasladado  del aeropuerto a la Funeraria Los Olivos de la carrera 38 para preparar el cuerpo, y luego, a la catedral María Reina, en donde estará todo el día en cámara ardiente.

Fueron momentos mágicos , el pueblo al ver que Perea iba a ser trasladado en carroza, de la funeraria , inició un reclamo más que justo.

"Fabio Poveda, en carro de bomberos; Joe Arroyo, en Carro de bomberos, por qué a Édgar Perea no", reclamo un admirador de Perea.

De inmediato inicio un coro, como cuando Perea los propiciaba en el Romelio Martínez, "bomberos, bomberos, bomberos, bomberos".

En efecto, a  las 9 y 15 de la mañana la máquina del Cuerpo de Bomberos llegó a la Catedral y fue recibido por el Obispo Auxiliar de Barranquilla, monseñor Víctor Tamayo, quien roció el ataúd con agua bendita. 

Perea va partiendo vestido de Rojiblanco, con la bandera de la camiseta amada.

A los costados de las barandas estaban varios hinchas ataviados de Colombia y el Junior. Adentro un aplauso , lágrimas y goles, mescla extraña para despedir al oído. 

El narrador del Chocó se hizo célebre en la capital del Atlántico, de cuyas causas fue abanderado y defensor, como el Atlético Junior, de la ciudad como casa de la Selección Colombia.

Sobre las 3:30 estará iniciando la misa. La cremación será el jueves en una ceremonia privada