Parque Cultural del Caribe.
Parque Cultural del Caribe.
Foto
Archivo

Share:

Bajo manejo privado: Parque Cultural, ¿el ‘elefante blanco’ de la cultura en Atlántico?

Tal como lo han denunciado oportunamente Zona Cero y Atlántico en Noticias, los gremios gastaron a su libre albedrío los multimillonarios aportes públicos, sin rendir cuentas a nadie.

La triste historia sobre el manejo del Parque Cultural del Caribe se convierte en un nuevo y rotundo fracaso del sector privado, cuando se trata de administrar proyectos como este con multimillonarios recursos del Estado.

No cabe duda que, con el paso del tiempo, lo que los gremios económicos de la ciudad han construido en el Parque Cultural del Caribe es un típico símbolo de ‘elefante blanco’.

De manera oportuna y reiterada, Zona Cero y Atlántico en Noticias han sido los únicos medios abanderados sobre el desastroso manejo del Parque Cultural, revelando los multimillonarios aportes recibidos sin que los administradores del proyecto rindan cuentas sobre la ejecución de los gastos con origen en los recursos públicos.

Cabe recordar que los aportes públicos han sido un gran soporte en el componente financiero del Parque Cultural, sin embargo no existen cuentas claras sobre la forma como han sido ejecutados dichos recursos.

Por ejemplo, tal y como lo han informado Zona Cero y Atlántico en Noticias, en el período 1999 - 2009 los recursos públicos aportados ascendieron a 17.150 millones 382 mil 521 pesos. Y en el período 2008 - 2017 alcanzaron los 26.197 millones 890 mil 801 pesos. Para un total de ambos períodos de 43.348 millones 273 mil 322 pesos.

Las cifras indican que, en el caso del período 2009 - 2017 el sector público aportó el 75.74% de los recursos, frente al 24,26% del sector privado.

No obstante, en el manejo de las decisiones no se tiene en cuenta la proporcionalidad de los aportantes ya que con mayores recursos aportados, el sector público representa la minoría del Consejo Directivo. Y viceversa, con la minoría de recursos aportados el sector privado ostenta la mayoría para la toma de decisiones. Situación que se ha repetido en los siguientes años.

Aún así, el Distrito de Barranquilla, la Gobernación del Atlántico y el Ministerio de Cultura han concurrido de manera permanente con recursos que permitan el funcionamiento del Parque.

En efecto, a través de diversos convenios, el Distrito ha entregado oportunamente multimillonarios recursos para financiar los siguientes objetos: recorridos por el Museo del Caribe, agenda cultural, estudios previos y diseño de la II etapa y proyectos en Barranquilla, 6.454 millones 149 mil 893 pesos.

La Gobernación del Atlántico ha hecho lo propio para: recorridos por el Museo del Caribe, agenda cultural, estudios previos y diseño de la II etapa y proyectos en los diferentes municipios.

A lo anterior se suman los $10 mil millones aportados por el Ministerio de Cultura a la Corporación Parque Cultural del Caribe para financiar la construcción del Museo de Arte Moderno Barranquilla.

En este caso en particular, le vendieron la idea al Gobierno Nacional y presentaron un esquema de costos por $16 mil millones, de los cuales la Nación aportaba $10 mil millones y los privados mil millones, para construir la estructura, y luego la Alcaldía y la Gobernación se encargarían de los acabados correspondientes.

Pero, con todo este esquema de financiación con dineros públicos, la administración y propiedad del proyecto seguirá a cargo del sector privado.

Pese a esa condición de la Corporación, el Gobierno Nacional dispuso los $10 mil millones, sin que el proyecto avanzara, debido a la mala gestión, generando un grave riesgo de detrimento patrimonial. 

Ante los contundentes fracasos, tanto la Gobernación del Atlántico como el Distrito de Barranquilla han expresado su disposición de recibir y operar el Parque Cultural del Caribe, así como concluir y operar el Museo de Arte Moderno de Barranquilla, de tal manera que los privados entreguen lo que no les pertenece porque las obras se han hecho con dineros públicos.

Esto en razón de que el sector público representa los mayores aportes de recursos al Parque, frente a una mínima parte de los privados.

Sin embargo, la respuesta de la Corporación es la pretensión de que, en el caso del Distrito, que asuma deudas superiores a los 10 mil millones de pesos dizque para mejorar las condiciones financieras del proyecto.

En pocas palabras, lo propuesto significa una descarada forma de tapar los huecos que ellos mismos originaron con el pésimo manejo de los recursos, lo cual, desde luego, no es de aceptación para la Administración Distrital.

Tal como oportunamente han reseñado Zona Cero y Atlántico en Noticias, la Dirección del Parque ha estado en manos de María Eulalia Arteta y Carmen Arévalo Correa, con un Consejo Directivo del cual han hecho parte las siguientes entidades: principales, Fundación Mario Santo Domingo, Cámara de Comercio de Barranquilla, Fundación Argos, Fundación Museo de Arte Moderno de Barranquilla, Departamento del Atlántico y Distrito de Barranquilla.

Y suplentes, en su orden: Fundación Mario Santo Domingo, Cámara de Comercio de Barranquilla, Fundación Promigas, Fundación Cinemateca del Caribe, Departamento del Atlántico, Distrito de Barranquilla.

Queda claro, entonces, que, de ninguna manera, podría atribuírsele al sector público el fracaso de lo ocurrido en el Parque Cultural y sus componentes, porque el manejo administrativo y financiero ha estado plenamente en manos de los gremios de la ciudad, quienes son los únicos que deben dar las explicaciones del caso.

Ante ello surgen muchos interrogantes: ¿Qué pasó con esos recursos? ¿En qué se invirtieron? ¿Cómo los agotaron? ¿Dónde están las cuentas claras? ¿Por qué son abiertos para recibir la plata y cerrados para rendir cuentas?