Antes de ingerir cualquier medicamento es esencial evaluar la información con la que se toma esta decisión, pues ni el droguista ni los familiares, amigos o trabajadores de diferentes ramas de la salud ni la televisión ni los buscadores en internet son fuentes fehacientes.

Así se refirió el profesor Jorge Díaz Rojas, del Departamento de Farmacia de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia, a la tendencia creciente de la automedicación ante la incertidumbre para tratar la enfermedad Covid-19 y del limitado acceso a citas médicas.

En un artículo titulado Automedicarse, una fórmula peligrosa, publicado por la Universidad, el docente y doctor en Ciencias Farmacéuticas asegura que “Hay un imaginario de que todas las dolencias se deben resolver con medicamentos, lo cual no es cierto”.

Advirtió que la automedicación es permitida solo para tratar molestias leves como dolores de cabeza o resfriados, y en algunos casos dolores musculares o síntomas estomacales.

Aunque durante la emergencia sanitaria actual se han difundido –especialmente por redes sociales– algunos medicamentos para el tratamiento del SARS-CoV-2, oficialmente ningún medicamento ha sido designado de manera consensuada para este virus y su patología. Medicamentos como la ivermectina, cloroquina e hidroxicloroquina no se recomiendan para el tratamiento del virus.

La información que circula no siempre es veraz –aunque provenga de una persona de confianza– y puede desencadenar graves consecuencias. “Los profesionales de la salud se preparan durante varios años para realizar prescripciones, y aun así algunas veces pueden cometer pequeños errores, lo cual agranda la brecha entre la sugerencia de los profesionales y los no formados en el área”, explica el doctor Díaz.

Los aportes realizados por el especialista en la charla “Recomendaciones prácticas para el uso adecuado de medicamentos en el hogar”, de #SaludUNALContigo, con fuerte apoyo del Grupo de Excelencia en Atención al Adulto Mayor (Grama), también se han presentado en algunos barrios de Bogotá, y antes en SilverExpo, con el fin de divulgar tips para el buen manejo de los medicamentos.

Efectos colaterales

“Independientemente de que el medicamento sea o no de venta libre, siempre es pertinente que haya asesoría por parte de médicos o profesionales en Farmacia”, recomienda el profesor Díaz.

Generalmente el consumo de medicamentos sin prescripción es favorecido por la imposibilidad de acudir a un centro médico o por la aparente familiaridad con el producto. En estos casos se sugiere evitar a toda costa automedicarse con productos que no están disponibles sin fórmula médica (no son de venta libre), usar tratamientos de una enfermedad ya superada o medicamentos prescritos a otra persona para una sintomatología “similar”.

También se debe hacer caso omiso a prescripciones de alguien que no es médico profesional, y procurar informarse acerca de las precauciones, advertencias, y la correcta administración de los medicamentos de venta libre antes de consumirlos.

“En general, a los pacientes con diabetes, hipertensión, artritis, problemas de tiroides, u otras enfermedades que demanden el consumo de medicamentos prescritos, no se les recomienda ingerir medicamentos de venta libre, ya que aumenta la probabilidad de generar interacciones entre ellos y pueden afectar sus tratamientos de manera negativa” comenta el doctor Díaz.

Recomendaciones prácticas

Los medicamentos inician en la investigación, de allí surgen ideas de las moléculas potencialmente funcionales, que se testean, son tomadas por industrias y transformadas en medicamentos (tabletas, grageas, inyectables); se contemplan estudios clínicos, comités científicos, entes reguladores, y al aprobarlo, salen al mercado.

Estos productos tienen un proceso que no se debe obviar, pues usarlos de manera indiscriminada puede desencadenar efectos secundarios nocivos para la salud, se deben tener en cuenta sus particularidades y administrarlos correctamente. “Es importante que antes de salir del consultorio se le solicite al doctor toda información respecto al uso del medicamento”, agrega el docente de la UNAL.

Fórmulas que contengan captopril, furosemida o levotiroxina se pueden ver afectadas por la acidez del estómago o por la ingesta de algunos alimentos, por lo que generalmente se recomienda tomarlas en ayunas; por el contrario, sustancias como el ácido acetilsalicílico metformina o la prednisolona, se recomienda consumirlas después de consumir alimentos.

La leche, el pomelo, las uvas, el café y todas las bebidas alcohólicas suelen interactuar negativamente con los medicamentos, por lo que se deben tener en cuenta. Lo ideal es ingerir medicamentos con 200 ml de agua.

Al finalizar su uso, y similar a lo que se realiza con bebidas embriagantes, se deben seguir algunas medidas para evitar la suplantación y falsificación de estos productos. Se deben descartar completamente los vencidos, romper sus empaques y depositarlos en los lugares indicados, denominados “puntos azules”, los cuales están dispuestos en comercializadoras o laboratorios y cadenas de droguerías.

* Tomado de la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional