La despulpadora académica abandonada
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José Granados Fernández

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Aún no funciona la despulpadora de Socavón y aparece otra abandonada en colegio

La inaugurada en la zona rural de Los Pendales sigue apagada. Ahora se descubre otra tirada en institución educativa.

José Granados Fernández y Alexander Miranda

 

En el barrio San Tropel del corregimiento Los Pendales el secreto de una “despulpadora académica” que nunca ha funcionado comienza a trascender en todo el municipio de Luruaco, un hecho tan cuestionable como el descubierto a finales de mayo pasado cuando se supo que en la verada Socavón, en esta misma zona fértil del Atlántico, el Gobierno Nacional inauguró otra de estas máquinas que tampoco ha servido para pelar el primer mango, pese a que en la región producen al año más de 500 toneladas de esta fruta tropical.

Una joven mujer robusta deja a un lado sus quehaceres domésticos y, desde el borde de una cerca de palos secos, dice sin tapujos, alzando la voz sobre el vallenato que en la mañana sabatina sonaba en la sala de su casa: “Den a conocer estas anomalías porque los perjudicados son nuestros estudiantes. Esto da es pena”.

Se refería a que a pocos pasos de la vivienda, atravesando una calle estrecha sin pavimentar, en un costado del patio de la pequeña Institución Educativa Técnica Agropecuaria Nuestra Señora del Carmen está arrumada la máquina que tanto agite causa entre los residentes que se percatan de la llegada del grupo de periodistas.

La anomalía la confirmó a Emisora Atlántico, Zona Cero.com y CV Noticias Henry Valencia, presidente de la Junta Comunal de Los Pendales, quien asegura que la despulpadora fue comprada por unos 137 millones de pesos en la administración del exalcalde Mufith Juan Hanna.

“Lastimosamente este proyecto, ahí arrinconado, nunca se puso en marcha; los alumnos y la comunidad nunca vieron encender estos equipos y, lamentablemente, los amigos de lo ajeno hurtaron parte de la maquinaria”, sostuvo Valencia y agregó que “es muy triste que cada día estamos viendo que hay proyectos y proyectos, pero se pierde la plata y no funcionan la obras”.

Nunca funcionó

Antonio Roa, actual mandatario luruaquero, informó que la Contraloría Departamental investiga esta fallida inversión que tenía el loable objetivo de familiarizar a los estudiantes de Los Pendales con la transformación en pulpa de diferentes variedades de frutas que allí producen.

“Esa es una planta pequeña que, en ese momento, la construyeron con el ánimo de darle funcionalidad a través de la institución educativa para que sirviera como un laboratorio. Tengo entendido que nunca la pudieron poner en funcionamiento”, manifestó Roa.

Antonio Roa

Como dirigente comunal Valencia va más allá en sus críticas y sostiene que inversiones como esta quedan tiradas en cualquier lado, desvalijadas y dañadas en medio del polvo y la humedad. “En el corregimiento tememos una problemática muy grande: muchas veces hacen las cosas y los proyectos no se socializan, por eso la gran mayoría de la comunidad nunca se entera de estas cosas. Todo es responsabilidad de las administraciones municipales que manejan a escondidas las inversiones”.

“Vendí en 25 y no en 70 millones”

La frustración con la despulpadora del colegio es igual a la ocasionada por la fallida inauguración que en noviembre de 2016 presidió en Socavón el director de la Agencia Nacional de Tierras, Miguel Samper Strouss.

Diez meses después la despulpadora de mangos, en la que invirtieron 745 millones de pesos, nada que funciona.

Debajo de una centenaria ceiba bonga, en la hectárea que fue vendida por Hermes Pugliese, un octogenario campesino que se precia de su rectitud, la máquina sigue en su bodega y no les ha servido para nada a las 50 familias afrodescendientes del Consejo Comunitario de Matamba, tal como fue concebido el proyecto en 2015 cuando existía el liquidado Incoder.

Hermes Pugliese

Luego de transitar los 5 kilómetros de trocha que separan el predio de la carretera La Cordialidad, pasando por debajo de postes de energía tan inclinados que amenazan con desarmar cualquiera de los carros o motos que circulan hacia la zona rural, en las instalaciones de lo que la Agencia Nacional de Tierras llama con pompa la Planta Procesadora de Frutas Tropicales, afloran otras sorpresas.

Por ejemplo, Pugliese dice que por la hectárea que vendió recibió 25 y no 70 millones de pesos como, al parecer, figura en la transacción y menciona como intermediario al director de la Umata de Luruaco, Uribel Coronel.

“Aquí vino ayer Uribel y hable con él. Me dijeron que ellos pusieron 70 (millones), fue comprado por 25, porque ellos necesitan la plata para los gastos que iban a hacer”, reveló Pugliese.

Sobre que los compradores digan que pagaron un mayor valor, el campesino manifestó que “a mí no me interesa que ellos hayan robado, yo no he robado, sino que vendí lo que yo tenía y tengo. Mi seriedad no da pa´ eso”.

Aprobaron construcción

En el sitio de la fallida despulpadora, el alcalde Roa, quien cuestionaba que la Agencia Nacional de Tierras haya hecho la inversión sin aparentemente consultar la viabilidad técnica del Municipio, pues en el área no hay agua potable ni la energía trifásica necesaria para poner a funcionar la procesadora, descubrió sorprendido que su Secretario de Planeación, Avelino Siado Angulo, expidió la Resolución 020 del 5 de septiembre de 2016 autorizando a Tercero de Jesús Contreras Ariza, en representación de la Asociación Prodesarrollo Social y Agropecuario de Luruaco, Aprosol, la construcción de una bodega, de aproximadamente 489 metros cuadrados, para la planta despulpadora. Así se lee en una pequeña valla, de fondo amarillo y letras negras, clavada en la gigantesca ceiba que amortiguaba el sofocante calor de la media mañana.

“Con sorpresa -indicó Roa- encuentro que el Secretario de Planeación esté expidiendo una licencia de construcción sin que se tenga en cuenta (que no existen) las condiciones en cuanto a servicios. Vamos a indagar y a consultar esto a profundidad”.

Nada han hecho

En mayo pasado, cuando Emisora Atlántico y Zona Cero.com pusieron al descubierto la fallida obra, la Agencia Nacional de Tierras, en un comunicado, le solicitó al Consejo Comunitario de Matamba que hiciera cumplir la póliza de garantía, a la Fundación Gaia, contratada para la obra, y al operador Aprosol, pero nada ha sucedido.

Después, el 14 de junio, en la Gobernación del Atlántico hicieron una reunión en busca de soluciones para intentar rescatar la obra y firmaron unos compromisos para evitar que se pierda la inversión de 745 millones de pesos, pero aún no se ven los resultados, lamenta Camilo Sarmiento, representante de la Asociación de Productores de Frutas y Hortalizas de Pendales.

“En síntesis, esos compromisos hechos con la Gobernación y el Gobierno Nacional en todo los han incumplido”, sostuvo Sarmiento.

Aclaró que si bien sobre una parte de lo pactado aclararon que era necesario esperar unas licitaciones, aún en la despulpadora de Socavón “no hay gas (pese a que la tubería pasa frente a la planta), no hay energía eléctrica y en la reparación de la vía no han puesto la primera piedra”.

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