El aguacero registrado este mediodía en gran parte del Área Metropolitana de Barranquilla nuevamente dejó al descubierto la alta vulnerabilidad del sistema eléctrico.

Como es recurrente, apenas caen las primeras gotas, comienza la tragedia para los usuarios, quienes tienen que soportar las angustiosas interrupciones del servicio, a cargo de Electricaribe.

Este martes, hacia las 12:30 del mediodía, cuando comenzó a serenar, de inmediato se fue la luz en numerosas zonas.

En el caso de sectores como El castillo y Paraíso, los usuarios reportaron que tras la interrupción el servicio se restableció casi que de inmediato. 

Sin embargo, lo que no esperaban era que el servicio nuevamente les fuera interrumpido hasta las 6:30 de la tarde.

Lo preocupante del caso es que las interrupciones produjeron serios daños en abanicos, aires acondicionados, neveras y luminarias, debido a los fuertes cambios de voltaje en medio de las suspensiones.

Adicionalmente, cuando el servicio fue restablecido el voltaje era tan bajo que los usuarios se abstuvieron de utilizar los electrodomésticos no afectados, con temor a que también resultaran averiados.

Lo grave de la situación es que los inmuebles cuentan con el famoso ‘polo a tierra’ que Electricaribe le exige a los usuarios para ampararse en la compensación o no de los daños causados y que son de su exclusiva responsabilidad.

Los propios usuarios manifestaron que teniendo ellos los ‘polos a tierra’, a la empresa se le acabó la excusa de no reponer los equipos averiados por daños que son de su absoluta responsabilidad.

Sin embargo, lo ocurrido este martes tras el aguacero, tampoco debe ser excusa para la empresa porque, como lo manifiestan los propios usuarios, durante la cuarentena causada por la pandemia del Covid-19 los apagones se han vuelto recurrentes, lo que adicionalmente repercute negativamente en la facturación ya que cada vez que se produce una interrupción los aires acondicionados, así sean ahorradores de energía, registran un consumo mayor que se transforma en un alto costo de la factura final.

Con justificada razón, los usuarios manifestaron que “la tragedia con Electricaribe es igual a la del Covid-19”.