Un verdadero drama viven 18 tripulantes procedentes de la India que, desde mediados de noviembre de 2015, se encuentran fondeados a 3 millas náuticas del puerto de Barranquilla, sin poder movilizarse por fallas técnicas.

El buque, de nombre Agatis (bandera panameña)  arribó al muelle de Monómeros Colombo Venezolanos el pasado 28 de octubre de 2015. A mediados de noviembre, la embarcación recibió la orden del agente marítimo designado en Colombia (Bulk Maritime Agencies SAS) de dirigirse a 3 millas náuticas del Puerto de Barranquilla y fondearse allí a la espera de instrucciones de la compañía dueña de la nave, PT Meranti Marine, para su próximo viaje.  

Pero desde entonces, al parecer la compañía propietaria de la embarcación suspendió todo contacto con la tripulación y los dejó a su suerte.

Allí fue cuando comenzó el drama para la tripulación, pues quedaron sin amparo físico y económico, sin asistencia de nadie, a la deriva. Así se lo hicieron saber los tripulantes a la Federación Internacional de Trabajadores del Sector Transporte (ITF) con sede en Londres, que, ante la emergencia humanitaria, designó a un abogado como asesor jurídico para que coordine la atención de estas personas abandonadas a su suerte.

El abogado designado, Martín Cabeza Galindo, inició entonces las diligencias judiciales a fin de conseguir provisiones para la tripulación, por lo que interpuso una tutela para preservar los derechos fundamentales de estas personas a la vida, a la salud y la dignidad humana.

Aunque el Juzgado Primero de Ejecución y Medidas de Seguridad falló a favor de la protección de la vida de los tripulantes, la sentencia ordenó que los tripulantes debían ser repatriados, pero estos deberían hacer las gestiones en la bandera correspondiente al país del buque, es decir, desde Panamá y no desde Barranquilla.

Para el abogado Cabeza Galindo, la decisión no hizo más que complicar la situación de los tripulantes, pues el buque tiene una “restricción técnica en sus máquinas” que le impide navegar a menos de que sea en aguas “interiores”.

Por esa razón, el jurista impugnó la decisión, pues considera que el fallo de tutela “prácticamente está expulsando a los 18 tripulantes de la India para que vayan a exigir la protección a sus derechos fundamentales a Panamá, y no aquí en Barranquilla”.

“Nosotros ya hicimos contacto con la Embajada de la India en Bogotá y ellos ya están enterados del tema y están en disposición de ayudar a la repatriación, pero necesitan asistencia en tierra mientras que son repatriados”, explicó el abogado.

Una situación insostenible

Según informa el capitán de la nave, los más de dos meses que llevan sus 17 tripulantes en la embarcación ya se están convirtiendo en una situación insostenible.

El capitán narra que al estar confinados tanto tiempo a bordo del buque, ya se están presentando riñas entre los marineros, lo que lo tiene muy preocupado por la situación mental de los extranjeros.

Asimismo, al capitán le preocupa que, con las fallas técnicas del buque, no podrán sostenerse mucho tiempo en altamar, pues deben estar reacomodándose permanentemente porque, debido al fuerte oleaje, el ancla se suelta del fondo. El suministro de combustible también es limitado y en ocasiones ya se han visto obligados a suspender la energía durante todo el día, lo que enardece más la situación de los tripulantes.

Además, manifiestan que desde que llegaron, no les han suministrado ni siquiera agua, solamente algunos víveres.

El llamado de alerta es para que las autoridades portuarias permitan el ingreso del buque y la atención inmediata de la tripulación, así como la asistencia humanitaria respectiva hasta que puedan ser repatriados a su país de origen.