Acto de rendición de cuentas de la Dirección de Política contra las Drogas y Actividades Relacionadas del Ministerio de Justicia.
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minjusticia.gov.co

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$1094 millones se han invertido desde enero de 2015 en Regionalización de Política de Drogas

Microtráfico sigue siendo el gran problema a en las regiones.

Mediante tres convenios con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), entre enero de 2015 y agosto de 2016 el Ministerio de Justicia y del Derecho, que preside el ministro Jorge Eduardo Londoño Ulloa, ha invertido 1.094.208 millones de pesos en la regionalización de la Política de Drogas.

La cifra se socializó durante el acto de rendición de cuentas de la Dirección de Política contra las Drogas y Actividades Relacionadas del Ministerio de Justicia, correspondiente al período enero 2015-agosto 2016 y cumplido en el Hotel Dann Carlton 103 de Bogotá en el marco del 3er. Encuentro Nacional de Regionalización de la Política de Drogas.   

En el evento, que fue presidido por la Directora encargada de esta dependencia del Ministerio, Martha Paredes, también se dio a conocer que entre enero y diciembre de 2015 el Ministerio brindó acompañamiento técnico a las entidades territoriales para la realización de 71 Consejos Seccionales de Estupefacientes, 84 Comités Departamentales de Drogas y 29 jornadas de seguimiento a la implementación de los Planes Departamentales de Drogas, para un cubrimiento de las 33 entidades territoriales (32 departamentos y el Distrito Capital Bogotá).

Entre enero y abril de 2016, la Dirección de Política contra las Drogas coordinó la realización de 30 Consejos Seccionales de Estupefacientes. Igualmente, en lo que va corrido de este año se han realizado talleres participativos en los 32 departamentos, que han dado paso a la formulación del mismo número de Planes Integrales Departamentales de Drogas.

“Esta rendición de cuentas fue importante y positiva. Dimos a conocer no solo nuestros logros, sino también el apoyo que hemos ofrecido a los territorios para la formulación, implementación y evaluación de la política regional de drogas. Pero además, evaluamos cuáles son nuestras limitantes, qué venimos haciendo mal”, dijo Paredes, quien hizo un llamado para que se fortalezca la articulación entre el nivel nacional y el territorial y para que se genere evidencia técnica que sirva para formular proyectos y tomar decisiones.

La funcionaria destacó la relación cada vez más sólida entre el Ministerio de Justicia y los territorios, a los que se les ha prestado apoyo técnico desde el Observatorio de Drogas de Colombia, especialmente en lo que tiene que ver con microtráfico y alternativas al encarcelamiento.

Durante el acto, en el que hicieron presencia  representantes de las secretarías de Gobierno, Salud y Educación de los 32 departamentos y del Distrito Capital, se presentaron los resultados de una consulta de expectativas formulada a partir de 32 respuestas que se recibieron a través de la página web de Minjusticia entre el 7 y 24 de octubre del presente año.

La doctora Paredes anotó que en cuanto a reducción del consumo de estupefacientes el Ministerio de Justicia ha trabajado de la mano con su par de Salud, y destacó el éxito que hasta ahora ha tenido el programa ‘Familias Fuertes’. Al tiempo, dijo que en lo referente a búsqueda de alternativas  al encarcelamiento por drogas ha entrado a jugar un papel vital el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes.

En lo relacionado con el microtráfico, la funcionaria dijo que es un tema complejo que se viene estudiando con detalle y en el que se trabaja de la mano con expertos de la academia, la Policía y la Fiscalía.

Ya hemos hecho cinco caracterizaciones para guiar a las regiones. Ofrecemos lineamientos de política, especialmente para los territorios más vulnerables”, expresó, y recordó que la dependencia que preside viene apoyando proyectos de desarrollo alternativo para la sustitución de cultivos ilícitos, gracias a un trabajo articulado con diversas entidades en distintos territorios: “son varios los retos, pero está claro que una buena política de drogas contribuye a la construcción de paz”.

 

 

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