La campeona del mundo en triple salto, la venezolana Yulimar Rojas, reconoció este jueves que romper el récord mundial de la especialidad le quita "el sueño", aunque indicó que no piensa en imponer una nueva marca cada vez que participa en una competencia.

"Lo del récord del mundo es algo que está en mis piernas, lo tenemos aquí y lo tenemos aquí", dijo tocándose los mulos y la cabeza durante un conversatorio con medios y atletas celebrado hoy en Caracas.

"Es algo que me quita el sueño siempre", prosiguió la espigada saltadora de 23 años.

En septiembre, Rojas consiguió en el Mitin de Jaen la segunda mejor marca de la historia del triple salto, con 15 metros y 41 centímetros.

Ese registro la acercó al récord del mundo que consiguió la ucraniana Inessa Kravet hace 24 años, y que Rojas se ha puesto como meta.

"Yo dije (ese día) 'wow, se fue el récord del mundo", señaló con emoción.

Y hace una semana Rojas revalidó su título como campeona mundial del triple salto en la cita de Doha con 15,37 por delante de la jamaicana Shanieka Ricketts (14,92) y de la colombiana Caterine Ibargüen (14,73).

"Ha sido un año bastante bonito, ha sido un año exitoso, creo que el mejor de mi carrera", dijo.

"No me cabe en el pecho la satisfacción de haber tenido un año tan exitoso", agregó la venezolana, quien se declaró "estable" para mantenerse en el listón de los 15 metros.

Con todo, Rojas dijo que su meta inmediata es ganar el oro olímpico en Tokio 2020, donde ya tiene boleto y aspira batir la marca mundial.

"Que mejor que sea en Tokio", dijo sobre romper el récord. "Yo creo que Tokio, récord del mundo y una medalla olímpica sería perfecto", señaló.

Para alcanzar esta meta, indicó que tiene prevista una gira en Europa y competir en el mundial de Nankin y la Liga Diamante.

"Vamos a llegar al récord del mundo y creo que esto se va a quedar corto, creo que los 15 metros van a quedar cortos y vamos a seguir aumentando cada centímetro hasta ser la primera mujer en saltar 16 metros, que es lo que nosotros queremos", puntualizó.

EFE