Todo resultó ser una farsa: 'drama de joven que vino a probarse en Junior'
Iba llegando a Bomboná cuando se le cayó la estantería y quedó descubierto.
El drama del joven 17 años Josué David González, quien supuestamente había llegado a Barranquilla con la ilusión de probarse en Junior pero un robo lo dejó en la calle, resultó ser una farsa, asaltando la buena fe de personas que ya habían planeado todo para entregarle sus ayudas.
En la mañana de este miércoles, Josué llegó a los estudios de Emisora Atlántico ubicado sobre la calle 72 con carrera 48, vestido con una camiseta color blanco, una gorra negra y un par de chancletas con el fin de contar su drama: vino a Barranquilla procedente de Córdoba para probarse en Junior, pero a la altura del centro comercial Buenavista la persona que los traía los atracó dejándolos en la calle.
En su buena fe, Jorge Cura, director de Zona Cero y Atlántico en Noticias, le abrió los micrófonos para que contara su historia, pero este drama terminaría siendo una farsa poco tiempo después.
Con la dramática historia, muchas personas incluyendo directivas de las inferiores de Junior le brindaron su ayuda. Al joven 'desamparado' le iban a dar hospedaje por tres días en la casa que tiene para sus jugadores de divisiones menores. También un almacén de ropa en Barranquilla le iba hacer entrega de vestimenta, y la buena fe de un taxista que lo iba a trasladar hasta las sede de Bomboná, desde la calle 72 hasta Malambo.
Para una mayor colaboración, la foto del joven comenzó a circular en las redes sociales, pero un profesor del Inem se comunicó con la emisora para explicar que lo conocía y siempre contaba esas historias para pedir ayudas y dinero.
De igual manera contactaron a una tía y confirmó lo dicho por el profesor. Aparentemente vive en el barrio Salamanca, de Soledad.
Ante esta situación, llamaron rápidamente al taxista que lo llevaba hasta la sede de Bomboná para que se devolviera.
Estando en los estudios de Emisora Atlántico, la Policía lo interrogó y ante la presión contó que todo se lo había inventado, y lo dejaron ir, tras ser despojado de su careta de víctima y prospecto como jugador.
Finalmente todos los periodistas de Emisora Atlántico y las personas que creyeron en él se sintieron asaltados en su buena fe y calificaron el hecho como lamentable.