A los 30 minutos del primer tiempo, en medio de la lluvia en la fría noche bogotana, Sebastián Viera voló para evitar que se metiera en las redes un tiro venenoso y con mucha potencia disparado desde treinta y cinco metros por su compatriota Matías Mier.

En ese momento quedó demostrado, luego de un salto así, que no le pesan los 39 años que carga en las espaldas. Y si le pesan, no parece, pues fue ágil como un felino.

El show del ‘Ángel del Arco’ se extendió toda la noche y hasta tuvo que ver en el gol. Pues el tiro de esquina donde Danny Rosero marcó el gol de la victoria llegó luego de un disparo de tiro libre del charrúa que el guardameta evacuó cuando parecía que se metía en el arco.   

Justo cuando muchos, luego de una década en el equipo preferirían abordar un papel menos protagonista y dedicarse a formar a los juveniles, Viera es un convencido que ahora más que nunca tiene que mantener su gran nivel y ser el estandarte dentro de la cancha de un equipo se mantiene vivo en Liga, Copa y Sudamericana.

“No importa el tiempo que lleve, a mí me da credibilidad el día a día, por eso me esfuerzo. Sé dónde estoy, sé la responsabilidad y la exigencia”, dijo el guardapalos luego del compromiso, en rueda de prensa.

Parte de esa preparación es saber asumir que a su edad tomar todos los minutos de la temporada es complejo. Ha venido dando la opción de tapar a Jefferson Martínez. Oportunidad que otros como José Luis Chunga y Eder Chaux nunca vieron y se terminaron yendo del equipo como eternos suplentes.

Sea como fuere, lo de Viera llena de ánimo a sus compañeros al saber que tienen un arma peligrosa para cambiar la historia de los partidos.

Desde sus atajadas, pasando por sus tiros libres y, cuando sea necesario, su astucia para manejar los partidos. Inclusive, su buena historia con el equipo en las tandas de cobros desde el punto penal.

Eso bien lo admitió el entrenador Juan Cruz Real, quien no se guardó los elogios al portero.

“Reconocer a Sebastián Viera. No es un pelao, pero está muy vigente. Eso nos pone muy contentos”, dijo el entrenador.

Viejo el sol, pero todavía alumbra. Ese es el adagio popular. En el caso de Viera, todavía sus alas le dan para volar muy alto.