Por hechos bochornosos registrados en las tribunas del estadio ‘Sierra Nevada’ de Santa Marta, el árbitro Jorge Tabares (Antioquia) decidió suspender y dar por terminado el partido que disputaban Unión Magdalena y Atlético Bucaramanga, por la séptima fecha de la Liga Colombiana 2022-I.

La situación se presentó cuando transcurrían 33 minutos del segundo tiempo.

Tras una revisión del VAR el central validó un gol de Kevin Pérez a favor de ‘los búcaros’, para poner el marcador 1-0 para los visitantes.

Fue entonces cuando los hinchas samarios invadieron la cancha con el firme propósito de agredir a los jugadores.

Al percatarse de la situación el árbitro de inmediato decidió suspender el juego e ingresó a los camerinos junto con sus asistentes Helbert Linares (Meta) y Camilo Portela (Cundinamarca), además de Vanessa Ceballos (Magdalena) que fungía de cuarto árbitro.

Con ellos también ingresaron a los camerinos los jugadores del Atlético Bucaramanga, mientras que los locales quedaron en el centro de la cancha a la espera de una decisión arbitral y de las directivas de la Dimayor.

Frente a los hechos registrados la decisión fue tajante en el sentido de dar por terminado el partido cuando faltaban 12 minutos para su conclusión y con ello Unión perdió su partido de local.

Esto pese a que la Policía Nacional, la Secretaría de Gobierno y el Instituto de Deportes le manifestó al cuarteto arbitral que se brindaban todas las garantías para continuar el juego.

Pero los árbitros se mantuvieron en su decisión de dar por terminado el partido por falta de garantías.

Desde luego, esta situación deja otro grave precedente que tendría consecuencias para las futuras confrontaciones del Unión Magdalena, ante la inminente sanción a la plaza, por lo que le tocaría buscar plazas alternas como, por ejemplo, la de Barranquilla.

Y las autoridades también quedaron en entredicho por la falta de control en el escenario para evitar la invasión a la cancha.