El entrenador de Junior, Julio Comesaña, manifestó luego de la derrota de la noche del miércoles 1-0 ante Millonarios que nunca había vivido una situación tan limitante en su vida, al llegar a 14 jugadores lesionados en el equipo.

Walmer Pacheco y Yesus Cabrera salieron con problemas físicos, lo cual dejó al entrenador casi sin más argumentos.

"Entrar en detalles necesitaríamos mucho tiempo. Yo aspiro para cuando termine todo este sufrimiento del que estamos teniendo desde hace rato, nosotros no estábamos en condiciones de entrar a los ocho. Hicimos un esfuerzo grande, hablé con los compañeros, es un sufrimiento hasta el 7 de diciembre y hoy perdimos tres jugadores más. Hoy trajimos unos chicos para que nos ayudaran, pero no eran las condiciones para que entraran. Estamos en una total desventaja. ¿Qué les voy a decir a los jugadores? Nada, felicitarlos por el esfuerzo. Pasan los minutos y las piernas no responden, este equipo está desmantelado", aseguró.

Dijo que no quiere responsabilizar a los que se fueron, pero hay que revisar porque la alta cifra de lesionados han dejado al equipo sin opciones de jugar y casi eliminado en solo dos partidos no es para nada normal. 

"Como no he podido entrenar muchos observo los comportamientos. No escucho comentarios, son un grupo en general de personas que a veces se pasan de respeto, están dispuestos a todo. Ellos también me estarán midiendo a mí, es normal. No hay jugadores que se rebelan, a veces con malas cosas. Yo nunca vi una cosa igual, 14 lesionados, digamos con 9 con lesiones musculares. Pero hay que ir a los papeles, sin culpar a nadie. Pude agarrar el equipo antes de jugar con Pereira y no me pareció. No hablé con nadie de los que estaban acá, no puede ser lo que está pasando. La realidad es que mañana me levanto y se me viene el partido con Santa Fe ¿A quién llevamos? Hay posiciones donde todos están lesionados. No hay solución en este momento", se lamentó.

Finalmente, dijo que tratarán de jugar los cuadrangulares con lo que queda, evitando pasar mayores vergüenzas.

"El problema es tan grave, que no hay dos o tres soluciones, solo hay una: armar el equipo con los que hayan del plantel profesional y los demás de los juveniles. Cuando llego al hotel pienso en quien pueda jugar. Es un equipo desmantelado completamente, pero soluciones que valgan la pena, ninguno, la idea es no hacer papelones, ya estamos grandecitos. Me quedo sin palabras", cerró.