Kylian Mbappé y Antonio Rüdiger, autores de los dos primeros goles del Real Madrid.
Kylian Mbappé y Antonio Rüdiger, autores de los dos primeros goles del Real Madrid.
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EFE

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Mbappé vivió su primera gran noche de Champions con el Real Madrid

El delantero francés abrió la cuenta en la victoria 3-1 del equipo blanco sobre el Stuttgart.

Sin encontrar aún la imagen que se espera por la dimensión de su proyecto, el Real Madrid firmó un nuevo triunfo sin finura (3-1), sobreponiéndose a las dudas entre paradas salvadoras de Courtois, el estreno en Champions con gol de Mbappé y la participación decisiva de Modric al rescate a balón parado, con una asistencia a Rüdiger.

Las noches europeas del Bernabéu con las que soñaba Mbappé ya le tienen como gran protagonista. Su bautizo encontró la dificultad aliada entre el sello definido de un Stuttgart que regresó 14 años después a la Champions.

Courtois demostró que anda más fino que la mayoría de sus compañeros. Gracias a su firmeza el Real Madrid no se fue al descanso perdiendo. Ocho disparos, cuatro paradas del portero belga.

Sin la autoridad que se espera del rey de Europa, en ese ida y vuelta pidió un penalti sobre Bellingham, no señalado, y encontró uno a Rüdiger que el árbitro vio claro en el césped pero que el VAR corrigió posteriormente.

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Le bastaron 20 segundos de la reanudación para castigar la valentía alemana. Con su línea defensiva en el centro del campo, bastó un pase al espacio a la carrera de Rodrygo, que encontró la imprecisión de Mittelstadt, para que el brasileño pusiese en bandeja el gol en su estreno a Mbappé que marcó a placer.

Pero al Real Madrid le falta continuidad en sus buenos momentos. Comenzó a decaer de nuevo, salvado por enésima ocasión por una mano abajo de Courtois a Leweling, que ya nada pudo hacer a los 68 minutos en un error de marca en acción a balón parado. Un córner que fue de palo a palo en el centro de Leweling al testarazo certero de Undav.

Era el momento de Ancelotti que encontró el sufrido triunfo con sus cambios. Dio entrada a Luka Modric que puso el balón suave desde el saque de esquina a la cabeza de Rüdiger en el primer palo para regalar la victoria a siete minutos del final. El Stuttgart aún se preguntaba cómo podía perder el partido cuando Vinicius perdonó el tercero que firmó en el último segundo del añadido Endrick.

EFE

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