Los vientos de la locura y el caos soplaron en el Mont Ventoux
Además de recortar la etapa, los jueces reacomodaron a su antojo la general.
El Mont Ventoux escribió hoy la página menos gloriosa de su historia ciclista, recortado por las condiciones meteorológicas y ensombrecido por un incidente con una moto que obligó a los comisarios a revisar el veredicto de la carretera.
El ascenso que debía marcar el primer asalto serio del duelo entre el británico Chris Froome y el colombiano Nairo Quintana, los dos principales candidatos al triunfo final, se saldó con un surrealista vodevil y una arbitraria decisión extradeportiva destinada a preservar la justicia de la competición.
El británico Chris Froome atacó a falta de unos 4 kilómetros y solo pudieron responder el australiano Richie Porte y el holandés Bauke Mollema.
Pero en medio de una ingente masa de público, de miles de aficionados atraídos por el mito del Ventoux a los que se sumaron los que bajaban de la parte final, la que los organizadores decidieron amputar por las fuertes ráfagas de viento registradas, formaron un tapón impenetrable.
El director del Tour, Christian Prudhomme, explicó que había menos vallas protectoras porque tras el cambio de la ubicación de la meta no había dado tiempo a bajar todas.
Además, dijo que muchas de las que se instalaron fueron derribadas por el viento, lo que hizo que el trayecto que tenían que tomar los ciclistas estuviera menos protegido.
Una moto de la televisión francesa quedó bloqueada y Porte se estrelló contra ella, arrastrando en su caída a Froome y a Mollema. El holandés pudo salir sin mayores problemas, pero el maillot amarillo vio como otra moto que iba detrás rompía su bicicleta.
El británico perdió los nervios, vio peligrar la carrera y tiró la bici para correr durante unos metros hacia la meta, rodeado de la gente y dejando para el recuerdo una imagen inédita.
El resto de sus rivales, que habían quedado distanciados, le iban aventajando mientras se desesperaba a la espera de una bici de repuesto.
El británico perdió en la meta 1:14 con respecto a Quintana. El colombiano, que no había podido seguir el ritmo del británico, veía que el incidente le salvaba de un mal día.
Pero los comisarios decidieron que el incidente no preservaba la justicia de la competición y corrigieron la general, tratando de ajustarla al máximo a lo que habría pasado sin el accidente.
Así, dieron a Froome y a Porte el mismo tiempo en meta que a Mollema, mientras que a Quintana le contaron el mismo que a Yates. Un bricolaje tan arbitrario como correcto, porque sin el incidente con la moto todo apuntaba a que el colombiano, vacío físicamente, hubiera perdido más tiempo con el británico, que iba decidido a elevar su ventaja.
Froome mantuvo el amarillo con una renta de 47 segundos con respecto a Yates.
Entre los afectados la lectura fue diferente. En el Sky la consideraron justa y se mostraron encantados de la intervención de los comisarios, que consideraron que restablece el "juego limpio".
"Estoy muy contento con la decisión de los comisarios, era lo correcto. Gracias a ellos y a la organización del Tour", afirmaba el ciclista británico, que consideraba que cualquier otra decisión no hubiera preservado la justicia deportiva.
Lectura diferente en el Movistar de Quintana, donde consideran que la decisión "sienta un precedente" y que no siempre se ha tenido la misma consideración con afectados por incidentes con motos.
El colombiano, que iba a salir 39 segundos de ventaja a la contrarreloj de mañana, en la que teóricamente Froome le sacará bastante tiempo, lo hará finalmente por detrás y con una desventaja de 54 segundos.
El otro gran perjudicado del arreglo de la clasificación en los despachos fue el británico Adam Yates, que con los tiempos reales se habría vestido de amarillo por vez primera en su carrera a sus 23 años, pero que tras la decisión arbitral se mantiene como segundo a 47 segundos, 19 más que los que tenía esta mañana.
Pero el ciclista del Orica aseguró que no le hubiera gustado sacar provecho del incidente.
El joven ciclista ya sabe lo que es beneficiarse de la ley de la compensación en este Tour. El británico vio como se le cayó la pancarta del último kilómetro en la séptima etapa, lo que le hizo perder tiempo.
Los jueces decidieron entonces compensarle, lo que le mantuvo en el segundo puesto de la general y como maillot blanco de mejor joven. Decididamente, Yates está viviendo un debut de Tour accidentado.
EFE