Lluvia de elogios para James Rodríguez por su "gran partido" con el Real Madrid
El volante recibió los elogios de la prensa, aficionados, compañeros y del mismo Zidane.
Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, mostró por primera vez esta semana una cara menos amable en una rueda de prensa desde que llegó al conjunto blanco. Hasta tres preguntas dirigidas al estado de James Rodríguez incomodaron al francés, que decidió que el colombiano respondiera sobre el campo. James jugó ante el Dortmund y cumplió.
El partido frente al conjunto alemán era una buena piedra de toque para el internacional sudamericano. Fuera de los focos prácticamente desde el principio de temporada y por detrás de Isco Alarcón y de Marco Asensio, la aportación de James Rodríguez en el Real Madrid había sido bastante testimonial en los pocos minutos con los que contó.
Tal vez tocó fondo en el Camp Nou, donde no saltó al césped ni un solo minuto, ni siquiera cuando el Real Madrid perdía 1-0 y necesitaba más imaginación arriba para empatar al Barcelona. James calentó pero no saltó al campo. Sí lo hicieron Casemiro, Mariano y Asensio y James, nada más aterrizar en Madrid, de noche, se entrenó en solitario en la ciudad deportiva de Valedebebas.
Zidane, en la víspera del duelo ante el Dortmund tuvo que hablar sobre la buena actitud del colombiano. Y lo hizo algo tenso: "Yo admiro a James. Se entrena, está a disposición del grupo, pero ha hecho como muchos jugadores que al volver de un partido hacen trabajo de recuperación. No sé qué pretendes con la pregunta (al periodista). James tiene el mismo trato que todos y es algo que han hecho otros antes. Esto no cambia nada".
Sin embargo, y aunque tal vez lo tenía planeado con anterioridad, el técnico francés decidió introducir a James en el once inicial del Real Madrid. En principio, comenzó escorado en la banda izquierda y a los diez minutos se cambió de banda con Lucas Vázquez para jugar por la derecha. Después, volvió a repetir la operación, a los 26 minutos del partido, cuando ya había mostrado ciertos síntomas de mejoría.
En la primera parte sus números fueron bastante correctos. James, sobre todo, estuvo mucho más participativo, aunque apenas mejoró en una de sus principales carencias esta temporada: la implicación defensiva. En ocasiones lo intentó, pero muchas veces parecía trotar demasiado.
En total, en los primeros 45 minutos, James tocó 39 balones, casi uno por minuto. Robó sólo uno, perdió cinco y disparó a portería en dos ocasiones. Estuvo a punto de marcar un gol tras una pared con Cristiano Ronaldo en el minuto 18, pero el portero Roman Weidenfeller evitó la celebración del colombiano.
También lo intentó un par de minutos después, con un disparo desde fuera del área, pero de nuevo se encontró con el guardameta del Dortmund. Esos disparo, más una serie de pases casi todos acertados aparte de una falta recibida, fue el bagaje de una primera parte bastante buena para James.
Después, en la segunda, mejoró. Protagonizó un momento que recordó al James de la primera temporada en el Real Madrid, aquella en la que deslumbró y se convirtió en un referente blanco después del tremendo Mundial de Brasil en el que fue uno de los grandes protagonistas.
El tiempo se paró en el estadio Santiago Bernabéu cuando cogió una pelota en la banda izquierda en el primer tramo del segundo tiempo. James levantó la cabeza, vio a Karim Benzema dentro del área del Dortmund y con una rosca perfecta puso el balón en la cabeza del francés, que marcó el segundo tanto del Real Madrid con un preciso testarazo.
Ese instante coronó una noche notable del jugador colombiano. Hace mucho que no se veía a James Rodríguez a buen nivel en el Real Madrid. La decisión de Zidane, después de muchas incógnitas en rueda de prensa, fue acertada. No fue muy concreto en sus respuestas y prefirió que su jugador hablara sobre el césped del Bernabéu, que vio los primeros brotes verdes de James Rodríguez en esta temporada.
EFE