El Liverpool fue un ciclón insoportable durante una hora para el Tottenham, desbordado y doblegado ya en el primer tiempo, entre la reacción de Salah, autor del 1-0 y promotor del 2-0 en la ofensiva ingobernable de su equipo en Anfield, donde su conjunto reivindicó su nivel, más allá del lapsus que le costó la Premier las últimas dos jornadas o los dos goles de su rival en el tramo final (4-2).

Sin gol en sus últimos tres encuentros, suplente en dos de las tres anteriores jornadas, entre el conflicto en el último 2-2 contra el West Ham con su técnico, Jürgen Klopp, el delantero egipcio retornó a la titularidad, retomó su recorrido goleador y reencontró su aspecto decisivo.

Aunque el título ya es una utopía -a cinco puntos del liderato con seis por jugar-, el equipo 'red' apura cualquier posibilidad, por muy remota que sea, para terminar la presente temporada con una buena cuota de victorias y sensaciones, mientras aguarda el fin de ciclo, la despedida de Klopp y la presumible llegada de Arne Slot.

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Es lo que le queda a falta de dos jornadas al campeón de la Copa de la Liga inglesa, el único título del curso para el Liverpool, fuera de la Liga Europa y de la FA Cup, pero, sobre todo, desplazado de la competencia real por el campeonato por sus propios errores en las citas más recientes: la derrota con el Everton por 2-0 y el empate 2-2 con el West Ham.

El Liverpool ya conocía de antemano que la tercera posición era suya, por la derrota del Aston Villa con el Brighton. Desatado desde el primer minuto, asedió al Tottenham hasta que Salah embocó de cabeza el 1-0 al cuarto de hora, a pase de Gakpo.

El Tottenham recibió el 2-0 al borde del descanso. Robertson centró, Salah remató con la izquierda, Vicario se estiró y el propio Robertson recogió el rechace del portero para el segundo gol de la tarde en Anfield.

El 3-0 agrandó la diferencia que ya era evidente sobre el campo desde hace muchos minutos: Harvey Elliott centró, Cody Gakpo conectó un buen remate, Vicario no alcanzó a pararla.

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Otro golpe para el Tottenham, que aún recibió el 4-0 antes de la hora del duelo, con un golazo de Elliott con la izquierda desde el borde del área.

El rival maquilló el resultado con el 4-1 de Richarlison, en el minuto 71, y por más que incluso se creyó capaz de mucho más, con el 4-2 de Son Heung Min en el 76.

Aún Alisson debió salvar el 4-3 de Richarlison, también de Joe Gómez en el posterior rechace, para confirmar la cuarta derrota consecutiva del Tottenham.

EFE