Lewis Hamilton acelera hacia su quinto Mundial, en Singapur
Sacó 40 puntos de diferencia con respecto a Sebastian Vettel.
El británico Lewis Hamilton (Mercedes) aceleró hacia su quinto título del Mundial de Fórmula Uno con un triunfo en el Gran Premio de Singapur en una carrera plácida, en la que amplió su ventaja con el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), que terminó tercero y se queda a 40 puntos del británico.
Hamilton mira cada vez más de cerca a Fangio. El pentacampeonato que el argentino logró en los años 50 está al alcance del piloto de Stevenage (Reino Unido), que acumula cuatro coronas ganadas en 2008, 2014, 2015 y 2017.
El británico cosechó otros diez puntos más de ventaja subiéndose a lo más alto del podio este domingo en un trazado que no le beneficiaba, gracias a una exhibición en la clasificación del sábado y una buena estrategia en la carrera. Y lleva cuatro victorias de las últimas cinco, muchas en circuitos favorables a Ferrari.
En el duelo entre tetracampeones, el piloto británico parece tenerle ganada la batalla mental a Vettel, que teóricamente contaba con el mejor monoplaza en este circuito y varios de los anteriores, pero sucumbió en la clasificación del sábado y se queda con 241 puntos en el Mundial, a cuatro decenas de los 281 de Hamilton.
Tampoco le sirvió al alemán el intento de adelantamiento por medio de la estrategia, ya que probó cambiando neumáticos antes para intentar rebasar a Hamilton cuando hiciera el cambio, pero Mercedes reaccionó rápido, llamó a su piloto a los talleres y contó con la colaboración inesperada del mexicano Sergio Pérez (Force India), que frenó la progresión del Ferrari.
Para colmo de males para 'Seb', Red Bull también logró una buena jugada con el holandés Max Verstappen, al que retuvo en pista para ganar distancia en tiempo y cuando salió de talleres logró colocarse justo delante del Ferrari. Ya no le volvería a adelantar, por lo que el piloto holandés logró el segundo puesto.
Completaron la zona de puntos el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), su compatriota Kimi Raikkonen (Ferrari), el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), los españoles Fernando Alonso (McLaren) y Carlos Sainz (Renault), séptimo y octavo, respectivamente, por delante del monegasco Charles Leclerc (Sauber) y el alemán Nico Hülkenberg (Renault), décimo.
Un éxito para los dos pilotos españoles, los "primeros del resto" de escuderías, aquellas que no son las tres dominadoras (Mercedes, Ferrari y Red Bull), después de haber aguantado sus neumáticos iniciales con astucia, mientras el resto de pilotos que cambiaron ruedas se quedaron atrapados tras los Williams, muy lentos en la noche de Singapur.
Para Alonso, bicampeón mundial (en 2005 y 2006, con Renault), supone volver a puntuar después de dos carreras de vacío en Bélgica e Italia; mientras que Sainz añade otros cuatro puntos a su casillero, el mismo botín que ya se trajo de Monza, hace dos semanas.
Hamilton puso los mimbres para la victoria desde la salida, en la que aceleró hacia la escapada mientras Vettel no consiguió rebasar a Verstappen en las primeras curvas, aunque sí lo hizo en el túnel del circuito de Marina Bay.
Vettel adelantó justo antes de que se anunciara la salida del coche de seguridad por un accidente de Ocon, que se tocó con su compañero Sergio Pérez cuando intentaba adelantarlo por el exterior, y acabó golpeando su coche con las barreras.
Beneficiados por el accidente de Ocon y por algún problema de Hülkenberg, Fernando Alonso y Carlos Sainz ganaron dos posiciones para meterse ambos en los puntos como noveno y décimo.
Tras unas vueltas de coche de seguridad, la carrera se reanudó con una decena de vueltas en las que Hamilton optó por adoptar un ritmo bajo para conservar neumáticos, hasta que en la undécima vuelta aumentó el ritmo ante la aparición de algunas pequeñas gotas de lluvia.
Ferrari puso en marcha su estrategia en la vuelta 14 llamando a Vettel a los garajes para colocarle un juego de neumáticos ultrablandos. Una vuelta después, entró Hamilton para poner neumáticos blandos, los más resistentes, con el objetivo de llegar hasta el final sin cambiar ruedas.
Hamilton salió quinto, justo por delante de Vettel que se quedó séptimo, con 'Checo' Pérez entre ellos, por lo que la operación fue exitosa para Mercedes, mientras Vettel se quedaba atrapado tras el lento Force India del mexicano, al que superó una vuelta después.
En la cabeza de carrera quedaban circunstancialmente Verstappen, Raikkonen y Ricciardo, que fueron parando a continuación: primero el holandés, que puso neumático blando para ir hasta el final y consiguió por muy poco salir por delante de Vettel. Raikkonen optó por seguir en cabeza hasta la vuelta 22 para poner neumático blando.
Con Ricciardo al frente comenzaron a caer gotas de lluvia sobre el circuito de Marina Bay, pero no las suficientes para cambiar las condiciones de carrera, lo que llevó a Red Bull a llamar a su piloto a cambiar neumáticos, para retornar sexto, justo por delante de Fernando Alonso.
La parada del australiano dejó el podio con el mismo orden de la salida: Hamilton, Verstappen y Vettel, el mejor escenario posible para el británico, que apenas tuvo algún pequeño sobresalto al pasar a doblados 'rebeldes' como el francés Romain Grosjean (Haas), que intentó aprovechar Verstappen, sin éxito.
También era el mejor escenario para los españoles, Alonso y Sainz, séptimo y octavo con distancia suficiente para hacer su parada respecto a sus rivales, atrapados por la lentitud de los monoplazas de la escudería Williams, que no habían parado.
Precisamente por intentar saltarse un Williams, el del ruso Sergey Sirotkin, volvió a protagonizar un incidente 'Checo' Pérez, que cambió su trayectoria para proteger el interior cuando adelantaba y acabó golpeando el monoplaza blanco del piloto ruso, lo que le provocó una sanción.
Pasado el ecuador de la carrera, en la vuelta 39, pararon Alonso, que retornó a su séptima posición, y Sainz, que perdió un puesto con Ericsson, al que atacó incesantemente para recuperarlo y lo hizo tres vueltas después.
Y no cambió nada más sobre el circuito urbano de Marina Bay, un espectáculo de luces que iluminaban la noche de Singapur y de fuegos artificiales para festejar una nueva victoria de Hamilton, en marcha hacia su quinto entorchado mundial y con dos circuitos favorables a su monoplaza en el horizonte: Sochi (Rusia) y Suzuka (Japón).
EFE