Junior derrotó la noche de este miércoles en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez al Fluminense de Brasil, en un partido para el recuerdo, donde presentó sus credenciales para asumir la punta del grupo en la Copa Sudamericano.

El decorado para el duelo fue interesante. No fue el lleno que un partido de categoría internacional merece, pero la gente reaccionó sobre el final para asistir al escenario deportivo. 

Los hinchas barranquilleros palpitaban fuertemente la ilusión de un triunfo que les permitiera ponerse arriba en la tabla de la Copa Sudamericana. Los rojiblancos respondieron a las expectativas saliendo a atacar desde el primer minuto. 

Juan Cruz Real, entrenador de los locales, se dejó de experimental y salió a lo seguro. Con los nombres que habían respondido en el semestre y con un módulo 4-3-3 que era mucho más parecido a lo que habitualmente venía haciendo. 

Eso, sumado a la extraordinaria actitud de los jugadores, que salieron a jugar su mejor primer tiempo no solo en este campeonato, sino en lo que va del primer semestre. Con claridad, Junior sometió a Fluminense contra todo pronóstico y hasta mereció irse ganando por mayor diferencia. 

Y es que desde bien temprano los barranquilleros comenzaron a proyectar el asedio sobre la meta brasileña. 

A los 3 minutos un remate de media distancia de Daniel Giraldo pasó rosando el poste derecho del arquero Fabio que se estiró por si las dudas. De ahí en adelante, Junior presionó la salida de los brasileños que apenas merodearon el arco de un Sebastián Viera que asistió como invitado al primer tiempo. 

Tanto es así que el primero de la noche no demoró en llegar. A los 9 minutos el cartagenero Omar Albornoz se escapó por la derecha y a pie cambiado mandó un perfecto pase a Didier Moreno que llegó desde atrás para definir la bola contra el primer palo y poner arriba a los locales. 

La explosión de las gradas fue impresionante. Realmente el Metropolitano se comenzó a estremecer desde sus mismas bases. La emoción desbordante de los hinchas se hizo palpable. 

Fluminense apenas se pudo reportarse en el arco de Viera a los 41 minutos con su única opción de riesgo en la primera mitad, a los 42 minutos, con un despiste de la defensa que le dejó espacio a Germán Ezequiel Cano para un cabezazo que se fue por un costado. 

Cuando parecía que la ventaja inicial iba a ser de solo un gol, un pisotón sobre la línea del área de André sobre Giraldo fue sancionado como tiro penal por el central del partido. Frente a la pelota se estacionó Miguel Ángel Borja, quien con maestría la puso en las redes para el 2-0. 

Con la ventaja en el tanteador vino el gran desafío para Juan Cruz Real, lograr que su escuadra no se viniera abajo en el segundo tiempo. Además de que tempraneramente tuvo que sacar de la cancha a Borja, que se fue con dolencias físicas. 

Es que en un intento de gresca entre Borja y Manoel, ambos vieron amarilla. La rencilla no paró y Yesus Cabrera también fue amonestado. En el caso de los junioristas, ninguno de los dos podrá jugar la próxima jornada en Bolivia, ante Oriente Petrolero. 

Al minuto 67 un tiro libre por una clara mano de Fabián Viáfara les brindó una opción para descontar a los cariocas. El tiro libre fue ejecutado por Ganso, provocando una excepcional atajada de Viera, quien voló a su propio palo para evacuar el peligro. 

Los minutos finales fueron de empujar y aguantar. Los brasileños dieron cabida al mundialista Fred para tratar de llegar como fuera al descuento. En tanto, Junior trataba de organizarse para contragolpear. 

No fue sino hasta el tiempo de adición que finalmente el contraataque dio sus frutos. El argentino Fabián Sambueza llegó como un bólido al área visitante y selló con un tiro cruzado el 3-0 que los puso líderes del grupo. 

Ahora los barranquilleros, impulsados por este triunfo, recibirán por la liga colombiana al Atlético Bucaramanga, el sábado.