Jeffry y Brayan Niño son hijos del expelotero atlanticense Juan Niño.
Jeffry y Brayan Niño son hijos del expelotero atlanticense Juan Niño.
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Cristian Mercado

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Jeffry y Brayan Niño, dos hermanos que no renuncian al sueño de llegar a Grandes Ligas

En la última temporada de la pelota colombiana jugaron juntos en Caimanes. Ya lo habían hecho en Diablos Rojos de México.

La temporada 2022-2023 del béisbol profesional colombiano no terminó de la mejor manera para los Caimanes, que quedaron eliminados del playoff final y no podrán defender su título en la Serie del Caribe, pero para los hermanos Niño, Jeffry y Brayan, dejó un recuerdo imperecedero: haber jugado al mismo tiempo en el equipo de su tierra.

Jeffry, que es lanzador, y Brayan, que juega como jardinero, son hijos de Juan Niño, un destacado primera base que hizo parte de las selecciones Atlántico en la década de los setenta. Jeffry, en honor a él, suele jugar con el número 19. 

El año pasado estuvieron juntos en los Diablos Rojos de México, en donde Jeffry tuvo una gran figuración y se ganó el cariño de la 'Nación Escarlata', como le llaman a la fanaticada de este equipo, que ya lo confirmó como refuerzo para este 2023. Participó en el Juego de Estrellas y jugó los playoffs con esta novena. Antes había estado en los Guerreros de Oaxaca y después jugó en la Liga Dominicana con los Gigantes del Cibao.

Brayan, de 20 años, fue activado el 5 de diciembre por los Caimanes y su hermano Jeffry, de 26, una semana después. 

En México, Jeffry, quien fue firmado en 2014 por los Rojos de Cincinnati, dijo que cumplió las expectativas que generó su contratación ya que muchos querían ver en acción al colombiano que acababa de salir campeón de la Serie del Caribe. Para su fortuna estuvo libre de lesiones y pudo jugar la temporada completa.

“Es un orgullo para la familia, para nuestros padres, es un sueño que teníamos desde pequeños de compartir equipo y llegar al más alto nivel. Siempre va a ser una felicidad inmensa como familia y compartir todos los equipos que pueda con mi hermano”, aseguró Jeffry, quien ya había jugado con Caimanes en 2019.

“A mi padre, lamentablemente, no pude verlo jugar béisbol, pero lo vi jugando sóftbol. De él aprendí la disciplina, el amor y el respeto que le tiene al deporte. Ya no juega porque está en edad avanzando y aún así sigue respetando cada una de las cosas que tiene este lindo deporte. Eso es lo que nos inculcó y lo que las personas me dicen que tenemos parecido”, comenta Jeffry, a quien apodan 'El Escorpión' por su peculiar estilo para lanzar.

Jefry Niño tiene 26 años y se desempeña como lanzador.

El título de la Serie del Caribe con Caimanes revivió en Jeffry la ilusión de llegar a las Grandes Ligas y cumplir su sueño máximo. “Lo veía lejos, de pronto imposible a veces por cuestión de lesiones, pero así veíamos la Serie del Caribe y pudimos quedar campeones. Eso nos dio inspiración y motivación para decirnos a nosotros que las Grandes Ligas es algo que no es fácil, pero que se puede conseguir con trabajo duro y haciendo lo que hay que hacer”.

“Nunca he renunciado a ese sueño, siempre lo he tenido en mente, todos los días me levanto con esa motivación de poder llegar a las Grandes Ligas y representar a Colombia. Siempre en el tiempo de Dios, esperando que se nos den las cosas”, agregó.

De su hermano Brayan destaca el profesionalismo y la pasión que siente por el béisbol. “Cuando sale a jugar da el 100%, no importa si ese día le va mal, al día siguiente se levanta temprano y va al gimnasio si le toca trabajar. Es muy profesional en lo que hace y eso es lo que más me llama la atención”.

Brayan, quien en 2018 fue firmado por los Cerveceros de Milwaukee, en sus comienzos en el béisbol era short stop, pero cuando lo ubicaron como jardinero se enamoró de esta posición.

“Empecé muy pequeño con mi hermano, que me tiraba los juguetes, y yo bateaba con un cepillito. Él me enseñó a batear y lo reforcé con la experiencia que tenía mi papá”, dice Brayan, quien en la temporada 2021-2022 jugó con Tigres de Cartagena.

Jugar con Jeffry también fue un sueño que tuvo desde niño. Desde entonces hablaba con su hermano de cómo sería jugar juntos en el mismo equipo y ahora que pudieron hacerlo con Diablos Rojos y con Caimanes lo disfrutaron al máximo pese a que con este último no se no consiguieron los objetivos.

“Con mi hermano tengo una relación cercana, nos ayudamos mutuamente, si él está fallando algo yo le dio y si yo estoy fallando, él me dice. Cuando él entra a lanzar se transforma totalmente, es lo que más me gusta, que se mete en el juego y estudia a los bateadores”, dice Brayan, quien recuerda que solo se ha enfrentado a Jeffry en juegos de práctica, aunque en la familia Niño, muchos han querido ver ese duelo en un encuentro oficial. 

Brayan Niño, de 20 años, juega como jardinero.

“El sueño de nosotros, antes, si no era jugar en el mismo equipo, era poder enfrentarnos y tener esa batalla, obviamente nuestros padres querían ver eso, no por algo malo ni por tener rivalidad, sino por algo lindo de este deporte que es el desafío y competir con alguien al que tú quieres y que es familiar tuyo. Eso es parte del juego y afuera seguimos siendo familia. Estamos con esa rivalidad, todavía no hemos jugado en contra y Dios nos dio la posibilidad de estar en el mismo equipo”, comenta Jeffry, cuya próxima meta es representar a Colombia en el Clásico Mundial de Béisbol.

“El Clásico es el evento más grande en el mundo del béisbol después de la Serie Mundial, y representar a Colombia siempre va a ser un orgullo. Los colores de Colombia siempre hay que llevarlos en alto y el Clásico representa eso, estar rodeado de todos esos grandes ligas y de mánagers que tienen mucha experiencia. Es un sueño que ojalá se me dé”.

Por su parte, Brayan anhela ser el primer grandes ligas de la dinastía Niño, a la que también pertenece su tío José. “Trabajando duro las oportunidades llegan. Ese es el objetivo hasta conseguirlo. Esto es un proceso demasiado largo y hay que tener paciencia para esperar todo ese tiempo, pero es cuando Dios quiera, no cuando nosotros queramos”.

Ver a su hermano salir campeón de la Serie del Caribe del 2022 fue algo que llenó de orgullo a Brayan. “Muy contento por el trabajo que hizo, como es mi hermano a uno le da un poco de nervios, pero yo confío en él 100%, y me pareció excelente lo que hizo en todos los partidos”.

Jeffry y Brayan, dos hermanos y dos sueños de familia con llegar a la Gran Carpa. Una doble pasión por el béisbol que aún está lejos de extinguirse.

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