El rostro triste de James Rodríguez cuando subió a recibir el premio como mejor jugador de la Copa América y la medalla de subcampeón contrastó con la felicidad de Lionel Messi, quien antes había llorado de manera inconsolable cuando debió abandonar la cancha por lesión.

La tristeza de James era entendible en el contexto de que, a sus 33 años, probablemente esta fue la última Copa América que disputó con la Selección Colombia y nunca antes estuvo tan cerca de alzar un título que ha buscado desde 2011 cuando debutó con el combinado sub-20.

Para Messi también fue su adiós de una competición como la Copa América, pero, a diferencia del colombiano, ya había ganado este torneo en 2021 y tenía a su haber el título del Mundial de Catar 2022.

James también salió de la cancha cuando iba a arrancar el primer tiempo suplementario. Sus piernas ya no daban más, había hecho un gran desgaste, no sólo en el partido contra Argentina, sino en toda la Copa América, mostrando una alta dosis de sacrificio en todos los encuentros.

En cambio, Messi no tuvo un buen torneo. Sólo marcó un gol (en la semifinal ante Canadá) y sus problemas físicos fueron notorios y se agudizaron más en la final, donde no tuvo más remedio que retirarse en medio de lágrimas. Esto podría llevarlo a replantear su participación en el Mundial del 2026, al que llegaría con 39 años. Su presente en el Inter Miami también dista de sus mejores momentos, todo ello producto de las lesiones. 

James, mientras tanto, sí tiene expectativas para la próxima Copa del Mundo, que también marcará su despedida de la Selección, pero podrá hacerlo por la puerta grande, así como pasó en la Copa América.

Diez años después de haberse consagrado como máximo artillero del Mundial de Brasil 2014, de que su primer gol contra Uruguay, en octavos de final en el Maracaná, hubiera sido escogido como el mejor del torneo y ganador del premio Puskas de la Fifa y de ser transferido del Mónaco al Real Madrid, James volvió a los primeros planos del fútbol internacional en el certamen que concluyó el domingo en Miami.

Ahora, lo que viene para el cucuteño es resolver cuanto antes su futuro. Si continúa en el Sao Paulo o cambia de club. Lo cierto es que su gran actuación en la Copa América lo ha cotizado nuevamente en el mercado de pases.

En julio de 2023 fue fichado por el Sao Paulo, lo que marcó su retorno a Sudamérica, pero allá tampoco ha podido consolidarse. El técnico actual, Luis Zubeldía, lo ha tenido poco en cuenta y varias veces se ha especulado sobre su cambio de club.

Pero, a diferencia de lo que sucede en los clubes, cuando James Rodríguez se enfunda la camiseta de la Selección Colombia, es un jugador distinto. Muestra toda su calidad, todo el carácter que se le reclama en los diferentes equipos por donde ha pasado. Ejerce un liderazgo incuestionable como capitán y es un jugador altamente desequilibrante.

La Copa América de Estados Unidos fue su redención luego de la dolorosa eliminación del Mundial de Catar 2022, de la que fue culpado supuestamente por liderar un movimiento para sacar al técnico Carlos Queiroz.

Llegó Reinaldo Rueda, quien no lo llevó a la Copa América de Brasil 2021, lo cual generó la molestia de James, quien emitió un comunicado para desmentir al nuevo seleccionador, que manifestó que no estaba en condiciones óptimas para dicha competencia.

Finalmente, James volvió al combinado nacional, pero esto no alcanzó para enderezar el rumbo y evitar la eliminación del Mundial de Catar.

Con el comienzo del nuevo proceso con Néstor Lorenzo, un técnico que ya lo conocía porque había hecho parte del staff de José Pékerman, James fue llamado a la Selección, contra el querer de la gran mayoría de aficionados del país.

Lorenzo se mantuvo firme en su decisión de contar con el cucuteño, sabía que todavía podía aportarle mucho a la Selección y el tiempo le dio la razón.

A pesar de jugar poco en Sao Paulo, James fue un jugador importante para el buen comienzo de Colombia en la Eliminatoria Sudamericana, donde actualmente es tercera.

La confirmación de que en la Selección es otro James, fue la Copa América, donde fue aclamado por los aficionados colombianos y elogiado por los jugadores y técnicos rivales. Uno de los que se rindió ante él fue, precisamente el de Argentina, Lionel Scaloni, quien afirmó antes de la final: "Es un placer ver jugar a James".

Muchos fueron con intenciones de ver en todo su esplendor a Messi o apreciar la consagración de Vinicius Junior y terminaron admirando de nuevo al 10 colombiano.

En la Copa América, James marcó un gol, realizó seis asistencias, fue el mejor jugador en los partidos contra Paraguay, Brasil, Panamá y Uruguay y fue incluido en el equipo ideal de las tres jornadas de la fase de grupos y de cuartos de final.

Sin duda una actuación destacada y reconocida por el propio Lionel Messi, con quien se confundió en un abrazo fraternal cuando iba a camino a recoger su medalla de subcampeón.