Hugh Carthy en la meta del Alto del Angliru.
Hugh Carthy en la meta del Alto del Angliru.
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Hugh Carthy se impone en el 'infierno' del Angliru y Richad Carapaz recuperó el liderato

Primoz Roglic ahora es segundo, de cara a la CRI del martes.

El británico Hugh Carthy (Preston, 26 años) apuntó su nombre en el libro de oro del Angliru con una brillante victoria en solitario en la duodécima etapa de la Vuelta, disputada entre Pola de Laviana y la mítica cima asturiana, donde el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos) recuperó el maillot rojo de líder.

Carthy se estrenó en la Vuelta y además se coló en el podio como tercero. El corredor formado en el Caja Rural se agigantó entre los grandes y culminó una faena inolvidable conquistando en solitario la cumbre más simbólica del ciclismo español. Su zarpazo a 1,1 kilómetros de meta no tuvo respuesta.

Alzó los brazos con 16 segundos de adelanto sobre Vlasov, Enric Mas y Carapaz. A diez segundos, y después de un duro sufrimiento, se presentó Primoz Roglic, despidiéndose por ahora de la camiseta roja. Un golpe para el ganador de la Vuelta 2019, ahora en la general 10 segundos detrás del ecuatoriano. Lugar de podio para Carthy a 32, Dan Martin es cuarto a 35 y Enric Mas, muy combativo, es quinto a 1.50 minutos.

La etapa del Angliru empezó animada y enseguida se formó una numerosa escapada inofensiva para la general con 20 corredores, entre ellos Erviti y Luisle Sánchez y el rey de la montaña, el francés Guillaume Martin, empeñado en defender el jersey de lunares azules hasta Madrid.

El galo hizo su trabajo cosechando 6 puntitos en los dos primeros puertos del menú, el Alto del Padrún y el de Santo Emiliano, ambos de tercera. En la persecución por zonas de tradición minera asumió la persecución los hombres del Jumbo Visma, que permitieron la rebeldía sin demasiadas confianzas.

El retraso nunca fue superior a los 3 minutos, con las principales dificultades por llegar. Un síntoma de que los "gallos" no iban a hacer lo mismo que en La Farrapona, donde llegaron de la mano no haciendo honor a una etapa reina.

Subiendo La Mozqueta (1ª, 6,4 km al 8,2 %) cambió el decorado. El Movistar quitó el mando del grupo al Jumbo, y la renta de la fuga bajó en la cima a 1.23. Guillaume Martin recaudó de nuevo cruzando en cabeza. Los hombres de Enric Mas y Valverde pusieron al personal en fila bajando a susto por curva, y había unas cuentas.

Tras un descenso peligroso, con caídas incluidas, el transito de 10 km hacia el Cordal (1a, 5,6 kms al 8,) lo aceleró el Movistar, abriendo gas sin tregua con Erviti, que se había descolgado de la fuga, al mando de las operaciones.

En la subida lo intentaron en la fuga Luisle, Cattaneo y Martin mientras que el Movistar seguía cargando con el trabajo en el grupo principal, sin poner en apuros a los rivales de la general. El Jumbo con Roglic y el Ineos con Carapaz, encantados a rueda sin responsabilidad alguna.

Cerca de la cima despertó el Ineos con Froome tensando la cuerda del pelotón, lo que puso en alerta al líder y hombres aspirantes al podio. Guillaume Martin hizo su trabajo coronando primero, ya con los generales cerca, menos Soler, que quedó descolgado. Último descenso hasta Riosa y...a subir el Angliru.

El mito delante, el Angliru (Especial, 12,4 km al 10 por ciento de pendiente), símbolo moderno de la Vuelta. Sin público, pero atroz por sí mismo, varios carteles saludaban al pelotón. "Bienvenidos al Olimpo del ciclismo", "Bienvenidos al Infierno". Mensajes para todos los gustos en un puerto, como dijo Froome, "donde eres tú contra tí mismo".

A 10 de la cima, situada a 1.560 metros de altitud, empezó una carrera nueva, la de verdad. La escapada pasó a la historia, el Jumbo agarró la batuta en una subida desconocida para Roglic, y también para Carapaz. El esloveno con 4 gregarios; el ecuatoriano, solo.

Plato pequeño, piñón grande, y a retorcerse por la supervivencia. Diez hombres por la victoria a 5 km de meta. Vingegaard y Kuus llevaban al maillot rojo bajo su guión previsto, el resto a la expectativa. ¿Quién iba a prender los petardos?.

Fue Enric Mas, a 3,6 de la pancarta, en una rampa del 18 por ciento. Roglic no se cebó porque el español estaba lejos en la general, por lo que siguió a su ritmo junto a Carapaz.

En la Cueña les Cabres (23,5 % de desnivel), rampa sin parangón en el ciclismo, apenas se puede avanzar. Mas, con 100 metros de adelanto, sufría en solitario con unos metros de renta, pero se le juntaron Carapaz, Carthy y Vlasov, no así Roglic, que no pudo seguir ni a su gregario.

Delante decidió atacar Carthy a 1,1 km del alto. Lo hizo con fe, y fuerza, superando el último muro y entrando en la última recta, más suave, hacia la gloria. Hugh, que se llama así por el actor Hugh Grant, lo hizo de película. El gigante del EF, de 1,93 metros, se formó en el Caja Rural y vivió en Pamplona. En el Angliru soltó el chupinazo.

EFE
 

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