El predio donde hoy se erige el Hard Rock Stadium de Miami, sede de la final de la Copa América este domingo entre Colombia y Argentina, tiene un recuerdo grato e imperecedero para el deporte de nuestro país. Allí, el 26 de octubre de 1997, el pelotero barranquillero Édgar Rentería se cubrió de gloria al conectar el hit de oro que le dio el primer título de Serie Mundial a los Marlins, en el séptimo juego contra los Indios de Cleveland.

En aquel entonces, cuando el ‘Niño de Barranquilla’ le dio el sencillo a Charles Nagy e impulsó desde tercera a Craig Counsell, se llamaba Pro Player Stadium y había sido inaugurado el 16 de agosto de 1987 con el nombre de Joe Robbie, en honor al fundador de los Miami Dolphins.

En 2005 pasó a llamarse Dolphin Stadium y en 2009 cambió a Land Shark Stadium, tras cerrarse un convenio con la cerveza Land Shark Large. Un año después el Sun Life Financial adquirió los derechos sobre el escenario y fue bautizado Sun Life Stadium.

En 2016 se firmó un contrato de patrocinio con Hard Rock Internacional y desde entonces, hasta nuestros días, mantiene este hombre.

Entre 2015 y 2016 se le hizo la más reciente remodelación por un valor de 355 millones de dólares, con miras a ser la sede del Super Bowl (2020).

Es un estadio con múltiples comodidades en diferentes áreas para los aficionados y posee un techo retráctil para proteger a los espectadores de la lluvia o del calor durante los eventos que allí se presenten.

Actualmente su capacidad es de 75.540 espectadores y en esta Copa América albergó el partido Uruguay vs. Panamá y el Argentina vs. Perú, ambos por la primera fase de este certamen.