"El Tour no me obsesiona; pienso en prepararlo bien": Quintana
Corre el Tour de San Luis, primera competencia del calendario ciclístico.
Nairo Quintana (Movistar), que está disputando en Argentina el Tour de San Luis, señaló este martes que no tiene "ninguna obsesión por el Tour de Francia" y que su única preocupación "es prepararlo lo mejor posible y no tener mala suerte".
Después de ganar el Giro 2014 y de dos segundos puestos en el Tour (2013 y 2015), Quintana espera que a la tercera vaya la vencida.
"El Tour no es una obsesión para mí. Si hago bien mi trabajo espero llegar en las mejores condiciones, y, una vez allí, no tener mala suerte. El resultado llegará con el trabajo", señaló antes del comienzo de la segunda etapa del Tour de San Luis.
Nairo explicó que para el tercer intento seguirá con la misma línea de entrenamientos. "El año pasado nos fue bien, lo que pasa es que cometimos errores", dijo.
"El tiempo que perdimos en la primera semana del Tour no fue por falta de nivel. Trataremos de elegir bien las carreras para no llegar saturados al Tour. Aquel día del viento se produjo un error o una desgracia", recordó.
Quintana se refirió al primer Tour. "Me encontré con el segundo puesto, algo que no estaba programado", dijo.
"Lo sufrí mucho y no era consciente de lo que había conseguido. La segunda vez me preparé pare ello, hice un trabajo meticuloso, y fue diferente", precisó.
Con la mente puesta en julio, Quinta se refirió a su rival número uno, el británico Chris Froome, por quien manifiesta respeto.
"Froome no es un enemigo, es un rival. Sobre la bici hay rivalidad, es normal, pero nunca hemos discutido ni tenido problema alguno, incluso alguna vez nos hemos entendido en carrera. Nos saludamos, pero tampoco hablamos mucho", dijo.
Sobre el Tour 2015, el jefe de filas del Movistar recordó el episodio de la Piedra de San Martín, cuando Froome dio el golpe de mano.
"Aquel día el Sky impuso su fortaleza. Puse a mi equipo a tirar desde mitad de carrera para endurecer el final, pero en la última subida Froome y sus compañeros fueron superiores. Perdí 1.10 minutos", señaló.
Sobre la forma de abordar al ciclista británico, Quintana lo ve difícil, por la fortaleza del rival y de sus equipo.
"Eso nunca se sabe. El Sky es un equipo muy fuerte y aún arrancando de lejos controlan a todo al que ellos quieren".
No obstante, el ciclista de Cómbita dejó claro su etiqueta de campeón. Siempre ambicioso, en su vocabulario solo entra la palabra ganar.
"Yo siempre voy a las carreras a ganar o buscar al menos el podio, eso es lo que me caracteriza. El equipo ya está acomodado a esa ideología mía, mi manera de ver las cosas", aseguró.
En un plano más personal, Quintana contó sus primeros recuerdos del Tour de Francia, cuando aún no se imaginaba lo que le llegaría años después.
"Mi primer recuerdo del Tour lo tengo desde que ya era ciclista. Empecé tarde en el ciclismo y veía el Tour por la televisión cuando ganaba Alberto Contador. Me impresionaban las bicicletas y la infraestructura de la carrera. Soñaba con estar allí", afirmó.
Más tarde, cuando llegó en 2011 a la Volta a Cataluña, se cumplieron muchos sueños. "Sabía que algún día podría competir con (Alberto) Contador e incluso atacarlo. Lo que imaginaba se cumplió. Ahora quiero volver, para intentar ganar. Tengo grandes recuerdos y allí gané una etapa".
También recordó 'Naironman' sus comienzos, cuando siendo un niño de 17 años se colaba en carreras de mayores para ganar más dinero. Hasta que le pillaron "in franganti".
"Cuando empezaba a montar salía con gente mayor que yo, y a muchos los ganaba. Cuando necesitaba dinero me apuntaba a pruebas de categoría superior porque pagaban más. Una vez quedé tercero, pero en otra ocasión me echaron del circuito porque no tenía edad. Tenía 17 años y los demás 23", rememoró.
Preguntado sobre qué faceta del ciclismo le hubiera gustado desarrollar de no haber sido escalador, Quintana sorprendió con su respuesta.
"Si no hubiese sido escalador me hubiera gustado destacar en las pruebas de pista. Nunca me entrené para esa especialidad, pero iba a las carreras. Me gusta mucho porque es un espectáculo por el que se debería pagar, como en el fútbol. Es admirable ver cómo van en bicicletas que no tienen frenos ni cambio", concluyó.
EFE