El Liverpool se repuso a la derrota del pasado lunes a manos del Leicester con un contundente y convincente triunfo este sábado en Anfield sobre un inoperante Arsenal (3-1), mientras que el Manchester United no pudo pasar del empate 1-1 con el Bournemouth en casa.

En el encuentro estrella de la jornada 27, el Liverpool de Jürgen Klopp no dio ninguna opción a unos 'Gunners' que han perdido 3 de sus últimos 4 compromisos ligueros, que se han caído de los puestos de Liga de Campeones y que el martes reciben en Londres al Bayern Múnich en busca de una remontada en octavos de la Champions que se antoja imposible (1-5).

Roberto Firmino, Sadio Mané y Georginio Wijnaldum vieron portería en los 'Reds', que recuperan sensaciones tras un arranque de año 2017 muy dubitativo y se asientan en tercera plaza de la Premier League.

Arsene Wenger sorprendió este sábado en Anfield al formar de inicio con un once sin Alexis Sánchez, Mesut Özil, Theo Walcott ni Aaron Ramsey.

Después de una primera mitad nefasta, el Arsenal mejoró en los segundos 45 minutos -ya con Alexis sobre el campo- y, merced a un tanto de Danny Welbeck, consiguió descontar, aunque no fue suficiente para llevarse al menos un empate de Merseyside.

Los del norte de Londres, que han disputado un partido menos que el Liverpool, son quintos en la tabla, y podrían haber caído hasta la sexta plaza si el Manchester United hubiera derrotado en Old Trafford al Bournemouth.

El United, que llegó al duelo ante los frágiles 'Cherries' -dos empates y seis derrotas en los últimos ocho partidos- con la moral por las nubes tras su victoria en la Copa de la Liga, se topó con un inspirado Artur Boruc, que incluso detuvo un penalti a Zlatan Ibrahimovic.

El encuentro, no obstante, estuvo marcado por la actuación arbitral: el colegiado, Kevin Friend, no vio dos flagrantes agresiones, una de Mings a Zlatan y otra de Zlatan a Mings, pitó un polémico penalti a favor de los de casa y expulsó en el tiempo de descuento de la primera mitad a Suman por protestar.

El marcador del 'Teatro de los sueños' se inauguró a los 23 minutos, cuando Marcos Rojo, con su primer tanto en la Premier con la camiseta del United, metió el pie tras un centro-chut de Valencia desde la derecha y consiguió batir a Boruc y poner por delante a los suyos.

A falta de cinco minutos para el entretiempo el partido se le complicó a los de Mourinho, cuando Phil Jones cometió un infantil penalti sobre Pugh: no falló desde los 12 pasos Joshua King -canterano del United- y batió con un lanzamiento magistral a De Gea para subir las tablas al luminoso.

La polémica llegó en el tiempo de descuento, cuando primero Mings le dio un pisotón en la cabeza a Zlatan tras una entrada y el sueco le devolvió el 'favor' con un flagrante codazo tras un saque de esquina. El árbitro, sin embargo, no vio nada.

De la confusión salió peor parado el Bournemouth, que se quedó con un hombre menos por la expulsión de Suman por protestar al árbitro.

El marcador no se volvió a mover y el United, frenado en seco por el Bournemouth, desaprovechó la oportunidad de llevarse tres puntos de oro que le hubieran metido en puestos de Liga de Campeones.

Además, este sábado, el Leicester de Craig Shakespeare confirmó su recuperación antes de recibir dentro de 10 días al Sevilla en la Champions al derrotar en el King Power Stadium al Hull City por un contundente 3-1.

El vigente campeón de la Premier League, que hace algo más de una semana destituyó a Claudio Ranieri, el técnico que obró el milagro -las casas de apuestas pagaban 5000 a 1 el triunfo del Leicester-, remontó el tanto inicial de Clucas (m.14) y, con goles de Fuchs (m.27), Mahrez (m.59) y Huddlestone en propia puerta (m.90), se llevó tres puntos de oro que le permiten coger aire en su lucha por evitar el descenso.

También, el Stoke City se impuso 2-0 a un Middlesbrough que cae a puestos de descenso, el Swansea, con un gol de Llorente en el minuto 92, derrotó 3-2 al Burnley; el Crystal Palace cogió aire tras asaltar The Hawthorns y vencer al West Bromwich (0-2); y el Southampton se impuso a domicilio al Watford en un choque en el que se vieron siete goles (3-4).

La jornada 27 de la Premier League se completa entre el domingo y el lunes. Tottenham Hotspur y Everton se enfrentan en White Hart Lane, mientras que cierran la fecha dominical Sunderland y Manchester City en el Stadium of Light. El lunes, el líder de la liga, el Chelsea, se desplaza al este de Londres para medirse con el West Ham en el Estadio Olímpico.

EFE