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El idioma español reclama su sitio en las webs deportivas

Solo siete federaciones internacionales de deportes olímpicos ofrecen actualmente versión en español de sus contenidos, parcial en algunos casos.

Es el segundo idioma más hablado del mundo, tras el chino mandarín, y, pese a ello, el deporte internacional tiene una gran deuda con el español, poco presente en sus canales de comunicación en internet.

Solo siete federaciones internacionales de deportes olímpicos ofrecen actualmente versión en español de sus contenidos, parcial en algunos casos. Las de fútbol, baloncesto y rugby son la que ponen a disposición de los hispanohablantes una mayor cantidad de información.

Bádminton, esgrima, taekwondo y triatlón completan la exigua relación de federaciones internacionales que hablan español en la red.

Todos los deportes emplean en sus webs el inglés como vehículo prioritario.

El portal en internet del Comité Olímpico Internacional (COI) dispone de versiones en inglés y en francés, la lengua que hablaba su fundador, Pierre de Coubertin. Son los dos idiomas oficiales del organismo, que ha rechazado en varias ocasiones incorporar el español a la lista.

En 2002 la Ejecutiva del COI estudió y descartó una proposición en ese sentido por razones económicas y de respeto a otras lenguas. El presidente Jacques Rogge, belga, dijo entonces que incluir el español entre sus idiomas obligaría a hacerlo con algún otro "aproximadamente en el mismo rango de universalidad" y ello añadiría, calculó, un gasto de cinco millones de dólares por lengua solo en la organización de los Juegos Olímpicos.

Ambas opciones son también a las que recurre en sus contenidos generales la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que sin embargo ofrece la posibilidad de que se descarguen sus documentos hasta en 19 idiomas, entre los que se encuentra el español.

En su afán divulgativo, la AMA pone su código antidopaje, la lista de sustancias prohibidas o la información para exenciones de uso terapéutico al alcance prácticamente de todo el mundo.

Otro organismo de ese ámbito olímpico, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), se limita al inglés y al francés.

Idéntico caso de 'duopolio' se da en la federación de tiro con arco y en la Unión Ciclista Internacional, aunque la lista de sustancias prohibidas puede consultarse asimismo en español gracias a un enlace a la propia AMA.

En lo que se refiere a las grandes carreras, fuera de la Vuelta, solo el Giro tiene una ventana para el castellano.

Es más llamativo que solo apuesten por una lengua, el inglés, el Comité Paralímpico Internacional y federaciones de deportes con enorme número de practicantes y seguidores como las de natación, atletismo (salvo algunos documentos concretos), balonmano, vela, golf, voleibol, judo, remo o tenis.

Hay casos paradójicos de federaciones como las de equitación, gimnasia o lucha, cuyas siglas tradicionales (FEI, FIG, FILA) son abreviaturas de su nombre en francés, y pese a ello, no hay cabida para otra alternativa que no sea la predominante.

La federación de triatlón, presidida por la española Marisol Casado, recurre al traductor de Google para ofrecer sus contenidos en 33 idiomas.

Entre los cinco deportes que debutarán como olímpicos en los Juegos de Tokio 2020, se portan bien con el español en sus páginas en internet el surf y el béisbol. El mencionado kárate, la escalada y el patinaje son fieles al inglés.

Aparte de las federaciones, en los portales de otros organismos o competiciones deportivas importantes hay abanicos idiomáticos para todos los gustos: solo en inglés, como la Fórmula Uno; en inglés, español y francés, como el Mundial de Rallys; en inglés, español y chino, como la ATP; o en inglés, español, italiano, francés, japonés y alemán, como MotoGP.

La web de la PGA de golf tiene una filial 'PGA Tour Latinoamérica', además de versiones en chino, japonés y coreano.

La UEFA, como la FIFA, da un buen número de posibilidades a quienes no dominen el inglés; no falta la versión española.

Roland Garros, Wimbledon o el Seis Naciones de rugby, en cambio, tienen déficit de español.

Otra peculiaridad que llama la atención es que en deportes como el judo su organismo europeo da acceso a mayores recursos lingüísticos que su equivalente internacional, solo en inglés.

En los portales deportivos del Viejo Continente, el español aparece y desaparece. Al contrario que en las federaciones panamericanas, en las que tiene una relevancia importante.

En las webs de muchas federaciones se presta un cariño especial a los aficionados de sus países de referencia, con versiones en chino en la de tenis de mesa, en danés en la de bádminton o en ruso y alemán en la de biatlón, por ejemplo. Ninguna de las siete federaciones de deportes de invierno tiene versión española.

Lo que queda claro es que en muchas ocasiones las páginas deportivas no hacen honor a la diversidad cultural y a la proporción mundial de hablantes de cada idioma. Hay vida más allá del inglés y el español sigue reclamando un sitio preponderante que tiene bien merecido en el deporte.

EFE

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